
CaixaForum Sevilla propone un recorrido por la trayectoria del cineasta Luis García-Berlanga a partir de proyecciones, objetos y documentos de su archivo personal, muchos de los cuales han permanecido inéditos hasta hoy. Más allá de la muestra, el centro cuenta con un elenco de propuestas y actividades.
La exposición reúne un total de 223 piezas entre originales y copias fotográficas con una escenografía cuidadamente cinematográfica que invita a los espectadores a descubrir las múltiples facetas de un creador fundamental del siglo XX en Europa.
El director de CaixaForum Sevilla, Moisés Roiz; los comisarios de la exposición, Sol Carnicero y Bernardo Sánchez Salas, y el asesor de contenidos y director de los audiovisuales de la muestra, José Luis García-Berlanga, han presentado este martes Interior Berlanga.

Berlanga es uno de los directores de cine españoles más populares y reconocidos internacionalmente, autor de películas clásicas como Bienvenido, Mister Marshall (1953), Plácido (1961), El verdugo (1963), La escopeta nacional (1978), Patrimonio nacional (1981) o Todos a la cárcel (1993). Desde este martes se ha convertido también en el protagonista de una gran exposición en CaixaForum Sevilla, tras visitar CaixaForum Barcelona y CaixaForum Valencia.
Esta exposición, realizada con la colaboración de la Filmoteca Española, ofrece una mirada íntima y nunca explicada sobre Luis García-Berlanga (1921-2010), un enfoque inédito gracias a los trabajos de catalogación y digitalización del archivo particular de Berlanga que, tras su adquisición para las colecciones públicas estatales por parte del Ministerio de Cultura, se ponen por primera vez al alcance del público.

La exposición descubre al gran público ―tanto al más cinéfilo y conocedor de Berlanga, como al más joven y alejado― la figura del cineasta que impulsó el cine español y lo transformó con su ironía mordaz y sus sátiras sobre cuestiones sociales y políticas.
La exposición se concibe como un largo plano secuencia siguiendo el indiscutible sello narrativo del director, con una puesta en escena cuidadamente cinematográfica a cargo del escenógrafo Carles Berga y que se divide en una introducción y seis ámbitos:
- Introducción
- «La habitación de Berlanga»
- «El magisterio de Berlanga»
- «Mal preparado para este mundo del cine. La vida
de las películas»
- «Eros y miedos. Fetiches»
- «Inventario y cremá. La falla»
- «Lo berlanguiano. Sesión académica»
Según José Luis García-Berlanga, realizador, cocinero e hijo del director de cine, «Interior Berlanga es un proyecto insólito». «La exposición que le habría gustado ver a mi padre. Conoceremos muchas cosas inéditas». Y es que la exposición se basa en un archivo que su padre guardaba desde niño: sus cuadernos escolares, las cartas que escribía a sus padres cuando estaba interno, y también las relaciones íntimas que se han quedado en la recámara de lo que hemos visto en la pantalla. «Se va a descubrir a un Berlanga muy íntimo que complementa y amplía el personaje público», añade su hijo.
El título, Interior Berlanga. Cine, vida y humor, abunda en esa idea. Es un paseo por lo que nadie sabía de este creador cinematográfico, todo lo que fue guardando en su estudio. Tras su muerte, todo fue depositado en más de 70 cajas que se han podido abrir, catalogar, digitalizar y estudiar en un proyecto que empezó en septiembre de 2022 gracias a la iniciativa de la Fundación ”la Caixa” en colaboración con Filmoteca Española, que custodia el archivo como organismo dependiente del Ministerio de Cultura encargado de la preservación del patrimonio cinematográfico español y que efectúa el préstamo de los fondos para la exposición. «Ese archivo, que es maravilloso, no es solo sobre mi padre: es sobre la España de todo el siglo XX», asegura Berlanga, que se ha encargado de los audiovisuales proyectados en cada ámbito de la muestra.



Los comisarios, Sol Carnicero y Bernardo Sánchez Salas, tienen una larga trayectoria en el mundo audiovisual. Sol Carnicero fue directora de producción de varias películas de Luis García-Berlanga, mientras que Bernardo Sánchez Salas es profesor, guionista y dramaturgo, autor de la versión teatral de El verdugo (1963) en 2001 y de la dramaturgia Teatro Berlanga (2021), que reúne varios momentos fundamentales de su cine, junto a testimonios y entrevistas.
Los inicios del
proyecto
«Mis hermanos y yo no sabíamos qué hacer con todos esos elementos que mi padre había conservado», recuerda su hijo, José Luis García Berlanga. «Vi un buzón de sugerencias en la web de la Fundación ”la Caixa” y escribí: “Hola, soy José Luis García-Berlanga, hijo del director de cine, y tengo un archivo que no sé qué hacer con él”. Y así empezó todo».
De eso hace cinco años. Un viaje de los responsables del Área de Cultura y Ciencia de la Fundación ”la Caixa” a Madrid, a la casa familiar, permitió comprobar el enorme valor patrimonial del archivo Berlanga. Surgió la idea no solo de realizar una exposición, sino también de colaborar en la catalogación y digitalización de su legado por parte de la Fundación ”la Caixa”. Interior Berlanga es mucho más que una exposición: es una puesta en valor de un patrimonio, un trabajo colectivo en el que han intervenido profesionales de distintas áreas e instituciones. El propósito es conseguir que todo ese patrimonio, que ahora es de titularidad pública, pueda ser accesible en línea para toda la ciudadanía, como voluntad conjunta de la familia Berlanga, la Fundación ”la Caixa” y el Ministerio de Cultura.
Al mismo tiempo, es una oportunidad de conectar con el debate social actual. En una época de grandes conflictos, la mirada de Berlanga ayuda a comprender la dinámica de los grupos sociales, a detectar vicios y virtudes, y a subrayar el valor de la buena gente.



Bienvenida de la
exposición
La exposición empieza con panel introductorio, fotografías y explicaciones de la catalogación del archivo, y justo al lado se encuentra un espacio de experimentación que invitará a los visitantes a realizar cine, ya sea al inicio o al final de la visita. La propuesta permite a los visitantes realizar un travelling y plano secuencia, tan propios del cine Berlanga. Los asistentes pueden probar esta técnica con una cámara sobrepuesta en un raíl que les permite realizar sus propios trávelin y llevárselos a casa tras descargarlos mediante un código QR.
El estudio de
Berlanga
La exposición muestra una recreación del espacio de trabajo de Berlanga con una reconstrucción fiel de una parte de su estudio en Somosaguas, una zona residencial próxima a Madrid, que invita a los espectadores a compartir su intimidad.
En ese espacio, Berlanga se encerraba a meditar, escribir, idear y planear nuevos proyectos, a leer y a disfrutar de sus aficiones. A lo largo del tiempo fue acumulando precisamente en ese estudio noticias, documentos y objetos sobre su vida, su imagen pública, sus amistades, el cine, la familia y la historia del país.
Depósito de memoria, de biografía y de creación, el estudio es la ventana desde la que, al final de su vida, Berlanga observó el mundo y la condición humana. Uno de los aspectos más interesantes de esta sección es la relación de Berlanga con el cine, con una serie de elementos de cine primitivo que nos introducen en la magia de la imagen en movimiento.
Y también un documento excepcional: la pieza audiovisual La barraca del cine. Se trata de una evocación de las películas que el joven Berlanga veía y que con el tiempo se convirtieron en referentes de su obra. En La barraca figuran, entre otros directores, René Clair, Jean Vigo, Fritz Lang y G. W. Pabst.
En las vitrinas se presentan las cartas intercambiadas desde finales de los años cincuenta con René Clair y Charles Chaplin. Uno de los proyectos de Luis García-Berlanga no realizados era una película con Chaplin cuyo guion se muestra por primera vez. También se exponen hojas de un dietario personal, dibujos y fotografías familiares.
Infancia, juventud e
historia
La escuela tiene un papel central en la obra de Berlanga, que dedicó su último proyecto, el cortometraje El sueño de una maestra (2002), a la historia de una profesora que cuenta a sus alumnos de manera pormenorizada las distintas formas de ejecución de un hombre. Este espacio reconstruye una escuela inspirada en las que aparecen en las películas Bienvenido, Mister Marshall o Calabuch. Los visitantes podrán sentarse en uno de esos antiguos pupitres y visualizar los audiovisuales que se proyectan en la pizarra.
La obra de Berlanga tiene un contenido histórico: habla de la Historia a partir de las pequeñas historias de sus contemporáneos. Descreído, compasivo y sin dogmas, Berlanga es uno más entre ellos. Observa virtudes y defectos, los disecciona en escenas inolvidables con humor corrosivo o compasiva ternura.

En este apartado se reconstruye la infancia y juventud de Berlanga con fotografías y documentos, muchos de ellos de la época escolar. También se muestran objetos, fotos y cartas relacionados con la División Azul, a la que perteneció entre 1941 y 1942.
A continuación, una selección de documentos presenta a un Berlanga políticamente descreído que se convierte en un creador incómodo cuyas películas son objeto de especial vigilancia por parte de la censura y de asociaciones católicas. Franco llegó a tildarle de «mal español». Un aspecto poco conocido es su interés juvenil por la poesía, a la que se dedica un apartado con manuscritos originales de la infancia en Valencia y de la campaña de Rusia.
Mal preparado para
este mundo del cine
«Mal preparado para este mundo del cine», le dijo Berlanga a Juan Cobos, activista y estudioso del cine, en 1961. Berlanga se escudaba detrás de esa idea y decía que le costaba crear. Sin embargo, sus películas, que controlaba estética y artísticamente al detalle, son un dechado de sutileza y precisión. En este apartado se presenta una selección de documentos de trabajo y se muestran diferentes aspectos relacionados con la creación de sus películas. Se pone de relieve la distancia entre la idea y lo rodado, y se presenta una serie de proyectos que no llegaron a buen fin.

Este ámbito culmina con una recreación del Cine Atlántico que ofrece doble sesión con dos películas realizadas por José Luis García Berlanga y que permiten al espectador entender el cine de Berlanga y su dimensión internacional. Se trata de Berlanga, la vida en movimiento y El tour del austrohúngaro. De hecho, la exposición expone el Premio Goya, que la Real Academia del Cine, otorgó al cineasta en 1994 como Mejor Director por Todos a la cárcel.
Entre las piezas originales destacan los storyboards de Bienvenido, Mister Marshall, una hoja de reparto de Plácido, álbumes de localizaciones y fotografías de rodaje de La vaquilla (1985) y de Nacional III (1982). Brigitte Bardot estuvo a punto de trabajar con Berlanga a principios de los años cincuenta en Novio a la vista (1954), cuando ambos iniciaban su carrera, y ese contacto queda reflejado en un informe de la agente de espectáculos de Bardot y una fotografía de la actriz en aquel momento.

Los carteles de las películas de Berlanga permiten revivir la evolución del cine en España asociada a la transformación del diseño gráfico. Imágenes sugerentes y provocativas que eran el primer contacto de los espectadores con el mundo de Berlanga, con elementos costumbristas, humorísticos y toques eróticos. Entre el material relacionado con las películas destacan los programas de mano en forma de dólar de Bienvenido, Mister Marshall, que hacen referencia al tema de la película: la expectación que despiertan en un pequeño pueblo las anunciadas ayudas del Plan Marshall americano. El humor es un elemento indispensable en el mundo de Berlanga.
Un elenco de actores fijos componía un mapa humano icónico de su filmografía. En este apartado se presenta también la repercusión internacional de su obra, que identificó el cine de Berlanga con la visión de España en el paso del franquismo a la democracia. Berlanga gozó de un amplio prestigio en Europa, viajó a Hollywood y tuvo gran repercusión en Latinoamérica. Su último largometraje, París-Tombuctú (1999), es un viaje poético en busca de una ilusión.
Eros y miedos

El erotismo fue uno de los grandes tabús de la sociedad española de posguerra. Berlanga promovió una imagen de erotómano que responde a un aspecto complejo de su pensamiento: deseo, placer, tensión entre los sexos, liberación del instinto, hedonismo, libertad, visceralidad, fetichismo, moral y misoginia son conceptos que aparecen tratados en su obra y se asocian a menudo con la idea de la muerte. Eros y Tánatos se entrelazan en sus películas introduciendo una manera poética de negar la muerte y presentan el humor como una herramienta de supervivencia.
Berlanga, gran lector de novelas galantes, de las que se muestran algunos ejemplares, fue impulsor del premio y de la colección de literatura erótica de la editorial Tusquets La sonrisa vertical, que tuvo gran impacto en los años setenta. Se muestran también dibujos de zapatos y piernas femeninos ―los zapatos de tacón alto como fetiche erótico―, así como fichas sobre temas sexuales. También se pueden ver dos fotografías de primer plano de la muñeca de Tamaño natural, la película de 1974 protagonizada por Michel Piccoli.
Como contraste, en este ámbito se habla también de los miedos que acecharon al cineasta. Del miedo a las mujeres y, sobre todo, del miedo a la muerte. De hecho, el grabado de Goya Muchos han acabado así representa una ejecución en el garrote vil que nos recuerda esta otra faceta del cineasta.
Final del recorrido: «Inventario
y cremá. La falla»
Nacido entre las calles Sorní y Conde de Salvatierra, en Valencia, Berlanga contemplaba las fallas desde el entonces Hotel Londres, que fue propiedad de su familia y que daba a la plaza del Ayuntamiento, o en las calles y las plazas, desde el centro de la ciudad hasta Burjassot. La relación de Berlanga con las fallas tiene múltiples vertientes: fue distinguido con el título de Fallero Mayor y representado varias veces como ninot. Él mismo definía su cine como fallero y pirotécnico.
La memoria del fuego es un rasgo emocional visible y profundo de su valencianía. Como cierre de la exposición, el escenógrafo Carles Berga ha armado una falla con elementos emblemáticos de sus historias: el motocarro de Plácido, una bicicleta, una barca, un ataúd y banderitas americanas de adorno. Los espectadores asisten a una cremá con simulación de humo y fuego. El mensaje es que todo debe acabar y purificarse para renacer de las cenizas.
Complementan la escenografía dos objetos cargados de simbolismo: una caja de cerillas de la época de la División Azul y un fósforo que Berlanga conservó de una exposición de los años sesenta del grupo Zaj. Nos recuerdan que nuestros empeños están destinados al fuego del tiempo y a la vez nos hablan del cine que tiene la capacidad de revivir la realidad a cada nuevo visionado.

Lo berlanguiano
En el vestíbulo de la exposición, se encuentran dos espacios que completan la exposición, además del espacio de experimentación, también hay otro en que se proyecta un divertido ensayo audiovisual en que una “academia” constituida por representantes del cine, la música, la literatura y la televisión nos ayuda a profundizar en el término berlanguiano, incluido desde el año 2020 en el diccionario de la Real Academia Española. En este ensayo sobre Lo berlanguiano, aparecen desde el director, actor y productor Santiago Segura, el entertainer Mario Vaquerizo, las actrices Julieta Serrano, Mónica Randall, Irene Escolar, el escritor Benjamín Prado y el músico Miguel Ríos, entre otros.
Como conclusión, y tras conocer las ideas de nuestros académicos al respecto, ninguna definición por separado ni la suma de todas ellas consiguen agotar el significado de berlanguiano.
Justo enfrente del espacio dedicado a Lo berlanguiano, el público podrá disfrutar del proyecto de experimentación citado anteriormente.
CaixaForum Sevilla ha inaugurado su horario de verano, y hasta el 7 de septiembre, de lunes a domingos y festivos, las exposiciones abrirán sus puertas al público de 11 a 22 horas.