
Los países africanos se comprometen firmemente a acabar con las muertes evitables de niños menores de cinco años para 2030
31.07.25
4 minutos de lecturaEste compromiso se ha alcanzado en el Foro de Innovación y Acción para la Inmunización y la Supervivencia Infantil 2025, celebrado en Maputo (Mozambique) y organizado por los Gobiernos de Mozambique y Sierra Leona junto con socios como la Fundación ”la Caixa”, el Gobierno de España, la Fundación Gates y UNICEF.
Los países africanos han asumido un valiente compromiso para abordar la crisis de mortalidad materna e infantil del continente, ya que la compleja situación sanitaria, la reducción de los recursos, el cambio climático y los conflictos amenazan con revertir décadas de progreso en la supervivencia infantil.
Cada año, casi cinco millones de niños mueren por causas evitables antes de los cinco años de edad. Cerca del 60 % de estas muertes ocurren en África, muchas de ellas causadas por enfermedades infecciosas como la neumonía, la diarrea, la malaria y la meningitis, y ello, a pesar de la existencia de intervenciones de eficacia probada, como las vacunas, que han salvado 154 millones de vidas en los últimos 50 años.
A medida que se acerca la fecha límite de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030, los Gobiernos africanos están redoblando sus compromisos para acabar con las muertes evitables de niños menores de cinco años, tal y como prevén los objetivos mundiales en el próximo quinquenio.
En su intervención durante el recién concluido Foro de Innovación y Acción para la Inmunización y la Supervivencia Infantil 2025, que tuvo lugar en Maputo (Mozambique), representantes de varios países africanos se unieron a los Gobiernos coanfitriones de Mozambique y Sierra Leona y a socios como el Gobierno de España, la Fundación ”la Caixa”, la Fundación Gates y UNICEF para compartir sus compromisos de dar prioridad a la supervivencia infantil.

En su discurso ante las personas participantes en la ceremonia oficial de inauguración, Daniel Chapo, presidente de la República de Mozambique, afirmó: «La Convención sobre los Derechos del Niño establece que todos los niños tienen derecho a sobrevivir y crecer sanos. Mozambique ha logrado notables avances en la protección de dichos derechos y ha reducido la mortalidad infantil de 201 a 60 por cada 1.000 nacidos vivos entre 1997 y 2022. Estos logros son el resultado de décadas de inversiones estructurales en salud materno-infantil, uno de los pilares fundamentales del Plan Quinquenal 2025-2029 de nuestro Gobierno».
A pesar de estos prometedores avances, África sigue albergando la mayoría de los países que no están en camino de alcanzar los ODS. Teniendo esto en cuenta, los representantes gubernamentales y los socios pidieron medidas valientes para reforzar el liderazgo regional, establecer una rendición de cuentas sólida, abordar las desigualdades y movilizar una financiación sostenible.
«Este es un momento decisivo para África; una de las mayores oportunidades para la resiliencia y un liderazgo africano fuerte. Tenemos las herramientas, la ciencia, las vacunas, los diagnósticos y los tratamientos. Lo que necesitamos ahora es un compromiso político, un acceso adecuado, una atención a tiempo e inversiones a largo plazo en toda la cadena asistencial que nos permitan acelerar el avance hacia el futuro que prevemos», afirmó Austin Demby, ministro de Sanidad de Sierra Leona.


Los participantes en el foro de tres días también abogaron por una colaboración más estrecha y eficaz entre las partes interesadas para mejorar la dotación de recursos de la atención primaria y la integración de los servicios de supervivencia infantil.
«Hacemos un llamamiento a las partes interesadas para que prioricen las intervenciones de alto impacto y alto rendimiento, además de movilizar recursos para la supervivencia infantil con el fin de fomentar la sostenibilidad y la eficiencia de los sistemas sanitarios. Todo ello se traducirá en beneficios significativos no solo para las familias y las comunidades, sino también para las economías y el continente en su conjunto», afirmó Ussene Isse, ministro de Sanidad de Mozambique.
Reconociendo la urgente necesidad de dar prioridad a las comunidades más vulnerables y marginadas con las distintas intervenciones de salud materna y supervivencia infantil en los programas de atención primaria, inmunización, nutrición y prevención de enfermedades, los países y los socios se unieron en un llamamiento a la acción conjunta y se comprometieron a:
- Fortalecer
el liderazgo regional. Fomentar las alianzas entre las organizaciones
sanitarias nacionales y regionales, incluidas la Unión Africana, los Centros
Africanos para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC de África), la
Organización de la Salud de África Occidental (WAHO), la Comunidad Sanitaria de
África Oriental, Central y Meridional (ECSA-HC) y otras partes interesadas con
capacidad para contribuir a la supervivencia infantil.
- Establecer una rendición de cuentas sólida. Garantizar que los Gobiernos, los socios y la sociedad civil respondan con responsabilidad a sus compromisos con la supervivencia infantil a escala nacional, regional y mundial, e informen periódicamente sobre los progresos realizados.
- Abordar
las desigualdades: Centrarse en los niños más vulnerables, sobre todo los
del África subsahariana y el Asia meridional, eliminando los obstáculos a la
atención, mejorando la educación materna y abordando factores de riesgo como la
malnutrición, la falta de acceso al agua potable, las instalaciones sanitarias y
la higiene, y la contaminación atmosférica, especialmente en los hogares.
- Movilizar financiación sostenible. Aumentar la financiación nacional e internacional para la supervivencia infantil, dando prioridad a las intervenciones rentables y a los productos básicos que salvan vidas y fortalecen los sistemas de salud, y garantizando soluciones de financiación sostenibles para llegar a los grupos más vulnerables, incluidos los de los Estados frágiles y afectados por conflictos. Garantizar que estos recursos sean flexibles para reducir la fragmentación y enviar los fondos donde y cuando más se necesitan.
- Invertir en atención primaria. Aumentar la inversión nacional en sistemas de atención primaria resilientes, también a escala comunitaria. Ello incluye garantizar la atención continua, unos sistemas de derivación adecuados y la calidad tanto en la atención primaria como en la especializada; equipar los centros de salud con herramientas de diagnóstico y medicamentos esenciales para la neumonía, la malaria y la diarrea, así como con fuentes de energía sostenibles e Internet para ayudar en el diagnóstico, el tratamiento y el intercambio de datos; fortalecer las alianzas multisectoriales y capacitar a los trabajadores de la salud para diagnosticar y tratar rápidamente las infecciones infantiles y la desnutrición.
- Invertir de manera decisiva en la prevención, la preparación y la respuesta ante emergencias de salud pública, especialmente el cólera, como prioridad estratégica. Ello incluye fortalecer la coordinación multisectorial, la financiación nacional, la infraestructura del agua, las instalaciones sanitarias y la higiene (WASH), los suministros críticos, la participación comunitaria y el acceso humanitario. Sin esta inversión, los servicios sanitarios rutinarios seguirán siendo vulnerables a interrupciones repetidas y graves.
- Acelerar
la cobertura de vacunación. Lograr y mantener una cobertura superior al 90 %
de las vacunas que salvan vidas, incluidas la vacuna neumocócica conjugada
(PCV), la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTP), el
sarampión, el rotavirus, la malaria, la meningitis y la fiebre tifoidea, dando
prioridad a los niños que no han recibido ninguna dosis e integrando la
administración de vacunas en los servicios relacionados con la nutrición y la
salud infantil de gran impacto, con alianzas que faciliten la colaboración
intersectorial para llegar a los más vulnerables.
- Integrar
la prestación de servicios de supervivencia infantil para mejorar el acceso, la
aceptación y la rentabilidad. Explorar posibilidades para llevar a cabo
intervenciones e innovaciones en materia de supervivencia infantil a través de
las plataformas comunitarias existentes e identificar dónde se puede prestar
atención continua en los servicios de salud materna, neonatal e infantil.
- Mejorar
la vigilancia y la innovación. Aprovechar los datos de iniciativas como la
Red de Vigilancia de la Salud Infantil y la Prevención de la Mortalidad
(CHAMPS) para anticiparse y responder a las tendencias epidemiológicas,
informar sobre las intervenciones específicas y acelerar el desarrollo y el
despliegue de nuevas herramientas.
«Tenemos la responsabilidad compartida de garantizar que todos los niños tengan la oportunidad de vivir y desarrollarse. Mientras hacemos estas promesas a los niños de África, debemos —Gobiernos, socios y sociedad civil— responsabilizarnos mutuamente de estos compromisos en materia de supervivencia infantil a escala nacional, regional y mundial, informar periódicamente de los progresos realizados y actuar con decisión para cerrar las brechas en la supervivencia infantil, de modo que ningún niño muera de una enfermedad infecciosa evitable», declaró Theo Sowa, presidente del Foro.
Para consultar el llamamiento a la acción detallado, hacer clic aquí.