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12.06.25
6 minutos de lecturaEl Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC) actúa como puente clave entre la ONU, las ONG y las entidades filantrópicas. Wook-Jin Chang, director de Organizaciones No Gubernamentales del ECOSOC, defiende la necesidad de ampliar la representación de las asociaciones del sur global y reclama una cooperación más estrecha con entidades filantrópicas europeas como la Fundación ”la Caixa” para abordar de forma conjunta los grandes retos globales.
Sí, absolutamente. Como organización intergubernamental fundada hace 80 años, la ONU sigue afrontando numerosos desafíos mediante procesos de colaboración entre los Estados miembros. Sin embargo, hoy en día, gran parte de los problemas globales no pueden ser abordados únicamente por los Gobiernos o por la ONU. Necesitamos la plena participación de la sociedad civil, del sector privado, del mundo académico y, en especial, de las ONG.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se acordaron por unanimidad en 2015 y su alcance es mucho más amplio y profundo que los Objetivos de Desarrollo del Milenio, acordados en el año 2000. No solo abordan problemas como la pobreza, la educación o ciertas enfermedades transnacionales, sino que también tratan temas globales, como el cambio climático, las ciudades sostenibles o el desarrollo económico de los 193 países miembros de la ONU.
Solo quedan 5 años para 2030 y lamentablemente, debido a la COVID-19, a los numerosos conflictos mundiales y a la recesión económica, los 17 ODS aún están lejos de alcanzarse.Por lo tanto, si queremos impulsar esas metas, necesitamos un apoyo mucho más decidido de las ONG locales, regionales e internacionales.
Cuando se creó la ONU, en 1945, los padres fundadores ya contemplaban la participación de las ONG en el foro. El artículo 71 de la Carta de la ONU otorga al ECOSOC la facultad de relacionarse con las ONG para obtener información de expertos y su visión particular sobre los temas globales. En aquel entonces solo había 40 ONG acreditadas. Ahora son más de 6.000 y recibimos casi 1.000 nuevas solicitudes cada año.
El ECOSOC es la puerta de entrada a eventos como la IV Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo, que se celebra a finales de junio en Sevilla. En estos encuentros, las ONG y las entidades filantrópicas pueden transmitir las opiniones de sus bases y de la población local para que los funcionarios gubernamentales, los diplomáticos y el personal de la ONU tengan una idea más concreta de lo que está sucediendo sobre el terreno.
Como he comentado, contamos con más de 6.000 ONG acreditadas, pero no es suficiente. En España, por ejemplo, hay más de 15.000 fundaciones registradas, pero pocas —80, en concreto— participan activamente en la labor de la ONU. Y ocurre lo mismo en muchos otros países. Si tenemos en cuenta el número de ONG que hay en todo el mundo, 6.000 es solo una pequeña parte del panorama general. Mi prioridad, entonces, es lograr que más ONG conozcan los beneficios de ser miembros del ECOSOC y cuál es la mejor manera de promover su trabajo en colaboración con la ONU, así como con otras redes de ONG.
Tenemos 193 países miembros, pero más de dos tercios de las 6.500 ONG acreditadas provienen solo de los países del top 20 de la ONU, es decir, un 10 % de los países miembros. Los Estados Unidos tienen, con diferencia, la mayor cantidad de ONG acreditadas y activas. España ocupa el puesto 15 en la clasificación. Muchos otros países tienen una menor representación de su sociedad. América Latina y el Caribe, por ejemplo, cuentan con 33 países miembros, pero solo el 6 % de las ONG del ECOSOC pertenecen a este grupo.
El grado de cumplimiento de los ODS varía según el país. España, los Estados Unidos, Corea o Japón son países que, con un poco de esfuerzo, pueden alcanzar muchos de los parámetros de los 17 ODS. Los países menos desarrollados, sin embargo, necesitan esforzarse mucho más en materia de erradicación de la pobreza extrema, educación o igualdad de género, porque su situación es peor. No obstante, sus voces se escuchan mucho menos que las de los países occidentales y desarrollados.
Recientemente, participé en el evento de lanzamiento de la plataforma de ONG del sur global en Bakú (Azerbaiyán), a la que asistieron más de 130 representantes del sur global. Allí enfaticé la necesidad de mostrar solidaridad y consolidar sus voces en foros internacionales como la ONU, y también en sus foros regionales, para que puedan impulsar sus necesidades con mayor fuerza y lograr que los ODS se completen para 2030.
Actualmente, los principales contribuyentes están empezando a reconsiderar sus aportaciones a la ONU por diferentes motivos, como cambios en las políticas o las prioridades de los países. Recibimos cada vez menos apoyo de los gobiernos occidentales. Y lo mismo ocurre en el sur global: las ONG que trabajan en el terreno están sufriendo esta falta de ayuda y recursos. Si queremos alcanzar los ODS, es imprescindible contar con una mayor participación y un mayor apoyo de la comunidad filantrópica europea.
No todos los 193 países miembros de la ONU están de acuerdo con la colaboración con gobiernos u ONG. Algunos consideran que la ONU debería operar únicamente como organización intergubernamental, porque creen que, en parte, la participación o la financiación del sector privado o de las ONG responde a sus propios intereses. La solución es desarrollar un sistema transparente y responsable, para que quienes ven esta colaboración público-privada con escepticismo puedan superar sus reticencias.
Admiro el papel activo y la labor actual de la Fundación ”la Caixa” en numerosas cuestiones sociales, así como su pleno apoyo a la población de los países europeos, especialmente de España y Portugal. También creo que hay espacio para ampliar su colaboración con la población del sur global, especialmente de Latinoamérica. Gracias a su estatus dentro del ECOSOC y sus colaboraciones con otras comunidades filantrópicas de España y Europa, la Fundación ”la Caixa” puede asumir un papel de liderazgo en áreas específicas como la educación u otras prioridades alineadas con los ODS.