CaixaForum Barcelona rinde culto a la experiencia artística a través de dos obras audiovisuales de la fotógrafa holandesa Rineke Dijkstra y del artista contemporáneo francés Philippe Parreno, ambas pertenecientes a la Colección de Arte Contemporáneo de la Fundación ”la Caixa”.
La directora de la Colección de Arte Contemporáneo de la Fundación ”la Caixa”, Nimfa Bisbe, ha presentado este martes en CaixaForum Barcelona Fuera de marco. Obras de Rineke Dijkstra y Philippe Parreno. La propuesta plantea dos aproximaciones a la experiencia del arte distintas y complementarias: una, a través de la instalación Night Watching, de Rineke Dijkstra, y la otra, mediante la película inmersiva La Quinta del Sordo, de Philippe Parreno.
Mientras que Night Watching, de Rineke Dijkstra, documenta cómo contemplan diferentes grupos de visitantes La ronda de noche, de Rembrandt, La Quinta del Sordo, de Philippe Parreno, lleva virtualmente a los espectadores a la casa en la que Goya creó sus Pinturas Negras.
Las dos instalaciones ofrecen una perspectiva singular del arte del pasado a través de la interacción con los espectadores. Ambas obras trascienden la idea tradicional del marco como contenedor de la mirada y traspasan sus límites. Una pone el foco en el lado de quien observa, mientras que la otra lo traslada más allá del museo y abre nuevas posibilidades de experiencia artística.
Se trata de dos grandes instalaciones, adquiridas recientemente por la Colección de Arte Contemporáneo de la Fundación ”la Caixa”, que ponen al público en el centro de la experiencia artística y que se podrán disfrutar hasta el 26 de octubre en CaixaForum Barcelona.
La exposición comienza con un espacio común de bienvenida que conduce a dos salas independientes equipadas con la tecnología más avanzada de imagen y sonido, y diseñadas para generar una atmósfera envolvente e inmersiva que intensifique al máximo la experiencia del público. Estas salas están, además, dotadas de paneles aislantes de sonido que evitan la contaminación acústica cruzada entre ellas.
La exposición refleja hasta qué punto la experiencia artística es un viaje profundamente personal en el que cada espectador aporta una visión única modelada por vivencias, conocimientos y bagajes propios, y destaca el papel activo del público en la construcción del significado del arte. En este sentido, los espectadores se transforman también en creadores: descubren, interpretan, narran, imaginan y reinventan nuevas lecturas del arte.
14 grupos de visitantes contemplan La ronda de noche, de Rembrandt
En la videoinstalación de tres canales Night Watching (2019), la artista neerlandesa Rineke Dijkstra permite a los espectadores ver y escuchar a públicos muy variados mientras observan el cuadro La ronda de noche (1642), obra maestra de Rembrandt, sin que nunca se llegue a ver el lienzo del reputado pintor.
Tras recibir una invitación del Rijksmuseum Museum de Ámsterdam, la fotógrafa filmó a 14 grupos de visitantes mientras contemplaban esa destacada pintura del siglo XVII, que representa un retrato de la milicia de Ámsterdam y que es considerada una de las más famosas del pintor neerlandés.
Dijkstra, a quien CaixaForum Barcelona dedicó una exposición monográfica en 2005, realizó su grabación frente a la pintura de gran tamaño, situada en la Galería de Honor de la pinacoteca holandesa, durante seis jornadas después de su cierre al público. A los visitantes les puso un fondo neutro detrás para poner todo el foco en sus expresiones, miradas y comentarios, y sacarlos de su contexto.
A través de los distintos grupos de visitantes, la artista se propuso representar la variada población de nuestras ciudades, por lo que destinó mucho tiempo a la selección de las personas grabadas, cada una de ellas con sus propias dinámicas y relaciones mutuas.
En el vídeo aparecen desde un grupo de hombres de negocios japoneses que evalúan los beneficios de la obra en términos turísticos hasta un grupo de niñas de una escuela de la ciudad que hablan del gesto del pintor de reproducir la cara de su esposa en la única mujer que aparece en el cuadro. En las distintas secuencias se suceden también un grupo de jóvenes artistas que hablan de cómo debe ser realizar una obra maestra de tales características, y un grupo de mujeres de una misma familia que rememoran visitas anteriores al cuadro, además de un grupo de mujeres jóvenes que se sientan en el suelo para dibujar un borrador de la obra maestra de Rembrandt.
Las observaciones de los visitantes van desde comentarios aleatorios hasta conexiones sugerentes con sus vidas personales, lo cual brinda a los espectadores una conciencia de la dinámica de los grupos y las identidades individuales. Al igual que el cuadro en sí mismo, el vídeo se erige como un retrato de grupo. «Siempre busco con atención aquellos momentos en que la gente está desprevenida», resalta la artista.
Según Dijkstra, la videoinstalación habla sobre la subjetividad, las dinámicas de grupo y las maneras de relacionarnos unos con otros; también sobre las distintas perspectivas acerca de una obra, sobre las interpretaciones de una obra del siglo XVI en la actualidad y sobre la idea de que la interpretación de una obra tiene mucho que ver con las vivencias individuales y colectivas, entre muchos otros temas. A Rineke Dijkstra no solo le interesa lo que las personas dicen, sino también cómo lo dicen, la manera en que el público «ve» la pintura a través de los rostros, la gesticulación y los comentarios de quienes la miran.
«Película de ciencia ficción» sobre las Pinturas Negras de Goya
Por otro lado, en La Quinta del Sordo (2021), Philippe Parreno presenta una película inmersiva que sitúa a los espectadores en la casa en la que Francisco de Goya creó sus famosas Pinturas Negras. La instalación audiovisual, que el propio artista ha llamado «película de ciencia ficción», recrea un espacio que ya no existe.
Mediante el uso de las más avanzadas tecnologías de imagen y sonido, Parreno da vida a la desaparecida finca de Goya donde realizó el famoso conjunto de catorce pinturas al óleo directamente sobre las paredes de dos salas ―plantas baja y alta― de la llamada Quinta del Sordo, propiedad cercana al río Manzanares que el pintor adquirió en 1819 y que legó a su nieto Mariano en 1823, antes de marchar a Francia.
Estas pinturas murales fueron trasladadas a lienzo y asignadas al Museo Nacional del Prado, donde se conservan. Para la realización de la película, de 40 minutos, el artista grabó las pinturas en la pinacoteca nacional durante la pandemia. Para ello utilizó unas cámaras especiales.
La película propone un viaje al siglo XIX con el fin de reconstruir la desaparecida casa de Goya a través de la imagen y el sonido: el crepitar de una chimenea, el sonido que emana de las obras de arte en sí mismas (al pasarlas por un escáner) o el suave chisporroteo de una vela, dado que en aquella época no existía la electricidad. Para mayor realismo, también se cuelan en el sonido de la instalación ladridos de perro, así como ruidos no identificables procedentes del exterior.
La prioridad del artista se centra en ofrecer una reconstrucción acústica del espacio dejando de lado cualquier intento de reproducir de forma estética y fiel la casa. Por su parte, la imagen se enfoca en cómo podían percibirse las pinturas en aquella época al situarlas en un entorno en el que la única iluminación proviene del resplandor de una chimenea y de una vela, luces tenues que permiten ver de cerca las célebres pinturas. Así, a ojos de los espectadores se suceden visiones de Saturno devorando a un hijo, Una manola: Leocadia Zorrilla, Dos viejos, Dos viejos comiendo y Perro semihundido, entre otras.
Algunas de las imágenes fueron grabadas a cámara extremadamente lenta para mostrar justo ese viaje en el tiempo.
Para la ocasión, CaixaForum Barcelona ha creado Yo, público, un elemento de mediación y un dispositivo de participación específico, diseñado con diversos materiales y dinámicas asociadas, que se irá configurando progresivamente a partir de las diferentes aportaciones de grupos visitantes de todas las edades. Este espacio estará disponible para su consulta por parte del público general que visita la exposición de forma independiente. Con esta iniciativa se pretende destacar y visibilizar el papel activo del público en la experiencia artística.
Además, la exposición contará con el ciclo de artes visuales La mirada desplazada: visitas expandidas con artistas que, comisariado por la investigadora y comisaria Arola Valls, permitirá reflexionar sobre la multiciplicidad de sensibilidades, canales perceptivos y posibilidades imaginativas que se activan cuando entramos en un museo. Contará con las artistas Vero Cendoya y Helena Vinent, la cineasta y mediadora cultural Laura Arensburg, el colectivo Desmusea y el Institut del Temps Suspès. Además, tendrá lugar la propuesta escénica El plural de árboles es nosotros, a cargo de la Compañía La Tangenta. Este ensayo escénico trata de explorar qué quiere decir el “nosotros” y de qué está hecho este vínculo que nos une, con el sonido como hipótesis. El objetivo no es otro que extender esta pregunta hacia la idea de vínculo, mientras pone en cuestión los mecanismos mismos de la teatralidad.