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Ramón Giró: «Empresas, no pongáis límites a las personas con discapacidad»

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Ramón Giró, socio director de Seeliger y Conde Diversity y experto en gestión corporativa de la diversidad y la discapacidad.
Ramón Giró, socio director de Seeliger y Conde Diversity y experto en gestión corporativa de la diversidad y la discapacidad.© Fundación ”la Caixa”

Ramón Giró: «Empresas, no pongáis límites a las personas con discapacidad»

Barcelona

02.12.24

5 minutos de lectura
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La discapacidad afecta a más de 1.200 millones de personas en el mundo y a más de 4 millones en España. De estas, según datos del SEPE, casi 2 millones tienen edad para trabajar, pero solo el 35,3 % están activas en el mercado laboral, lo cual refleja las dificultades de inserción del colectivo. Ramón Giró, socio director de Seeliger y Conde Diversity y experto en gestión corporativa de la diversidad y la discapacidad, reclama a las empresas y a la sociedad que no les pongan límites. 

Más allá del total de individuos con discapacidad, entender la magnitud de la realidad de este colectivo pasa por conocer otro apunte, argumenta Giró: «En 1 de cada 5 hogares vive una persona con discapacidad». Esto significa que «alrededor del 30 % de la población mundial tiene a alguien con discapacidad en su entorno inmediato». Si tenemos en cuenta, además, que es muy probable que muchos de nosotros en algún momento tengamos una discapacidad temporal, resulta obvio, según el experto, que es de interés de todos crear un mundo más inclusivo. 

La sociedad tiene que superar la idea de la discapacidad como una condición únicamente física o psíquica, demanda Giró. «La discapacidad se define en relación con el entorno», señala. Cuando tienes una discapacidad, «tu vida puede ser una lucha de obstáculos continua», se lamenta. Y lo ha vivido en primera persona, ya que él mismo se desplaza en silla de ruedas. Por eso, insiste en subrayar que el contexto puede amplificar o reducir las barreras. «Si vives en un entorno donde la accesibilidad se tiene en cuenta y la actitud de la gente es positiva, tus dificultades serán menores». 

Ramón Giró: «La discapacidad no solo es una condición física o psíquica, sino que se define en relación con el entorno».

Detalles minúsculos que cuestan muy poco pueden significar mucho para las personas con capacidades diferentes. «Esa pequeña muesca de las tarjetas bancarias, por ejemplo, sirve para que quienes tienen una discapacidad visual sepan por dónde introducirla cuando van a sacar dinero al cajero», explica. Y concluye que integrar la accesibilidad en el diseño de los espacios públicos, los productos y los servicios es fundamental para el colectivo. 

Derribar mitos en el entorno laboral

Para acceder al mercado de trabajo, las personas con discapacidad tienen que franquear otro tipo de barreras: las hay físicas, pero también psicológicas y sociales. Por desconocimiento, el miedo y los prejuicios todavía imperan en parte de la sociedad. «Sin embargo, cuando una empresa contrata y conoce a estas personas, los estereotipos desaparecen completamente», asegura Giró. 

El programa Incorpora de la Fundación ”la Caixa” tiene como objetivo principal promover la inclusión laboral de las personas en riesgo de exclusión social. En 2024, el programa y las entidades sociales colaboradoras ya han atendido a 22.785 personas con discapacidad y, mediante sus itinerarios de inserción personalizados, han conseguido 7.835 contrataciones en 3.985 empresas. «Las inserciones logradas a través de programas como Incorpora demuestran que no se trata de un problema de productividad ni de adaptación», declara Giró. 

Su mensaje —especialmente para las empresas, pero también para la sociedad en general— es el de «no poner límites a lo que las personas con discapacidad pueden hacer porque son capaces de mucho». 

Cada día, más departamentos de recursos humanos tienen claro que contar con personal diverso contribuye a la igualdad de oportunidades en el mundo y, al mismo tiempo, refuerza sus plantillas. «La mayoría de las discapacidades son sobrevenidas. Por lo tanto, son personas que la han desarrollado durante su vida laboral y han tenido que rehacer su vida para enfrentarse a retos y cambios constantes. Están acostumbradas a buscar soluciones a los pequeños desafíos del día a día, como no poder cruzar la acera porque hay un obstáculo, así que son buenas solucionando todo tipo de problemas». 

Giró asegura, además, que la mayoría de ellas no necesitan adaptaciones, y las que sí, necesitan cosas muy sencillas: una pantalla más grande, una silla ergonómica o una flexibilización de horarios. 

El sueño de Bryan: un empleo que le diera autonomía

Bryan Ponferrada consiguió un empleo a través del programa Incorpora de la Fundación "la Caixa".
Bryan Ponferrada consiguió un empleo a través del programa Incorpora de la Fundación ”la Caixa”.© Fundación ”la Caixa”

Después de ser rechazado en varias ofertas de empleo, Bryan Ponferrada, un joven con certificado de discapacidad, entró en contacto con Aprodisca, una entidad de la red Incorpora, para que lo ayudaran a encontrar ese ansiado trabajo. «Quería depender de mí mismo y no estar todo el rato pidiendo. Me planteé volver al pueblo. Estaba bastante triste», declara. 

En Aprodisca lo atendió Melanie Ayllón, técnica de inserción sociolaboral de la entidad. Después de valorar su potencial, la técnica diseñó un itinerario de inserción a medida para Bryan y lo acompañó durante todo el proceso. «Melanie me enseñó a ser positivo, a ser yo mismo, y me dio la confianza que necesitaba como persona», asegura Bryan. 

Finalmente, Bryan logró entrar en prácticas en Decathlon. «El primer día estaba muy nervioso, pero fui cogiendo el ritmo. Estuve atendiendo a clientes, etiquetando, haciendo probadores… Si me preguntaban algo y no lo sabía me apoyaba en mis compañeros», afirma. 

«Cuando empezó, sus compañeros de trabajo en Decathlon decían: “A Bryan se lo tienen que quedar porque desde que está aquí se trabaja mucho más en equipo y el ambiente de trabajo es superagradable, ya que siempre desprende alegría”», cuenta la técnica. 

Un día lo llevaron a un despacho y le dieron la gran noticia: le harían un contrato indefinido. «Lo primero que hice fue llamar a todo el mundo, de la felicidad. En ese momento no me lo creía, la verdad», recuerda Bryan sin poder evitar que se le dibuje una amplia sonrisa. 

«Ahora estoy bastante bien, económica y personalmente». El suyo es un ejemplo del gran impacto que la igualdad de oportunidades para el acceso al empleo puede tener en la autonomía y la salud mental de las personas con discapacidad. «Si no le das la oportunidad, nunca podrás saber cómo trabaja». Para romper ese círculo vicioso hay que dejar atrás los prejuicios. 

Última actualización: 03 diciembre 2024 | 09:00