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23.04.25
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Directora del
Programa de Salud Materna, Infantil y Reproductiva de ISGlobal
En 2023, cerca de 4,8 millones de menores de 5 años murieron en el mundo por causas evitables según el Grupo Interinstitucional de las Naciones Unidas para la Estimación de la Mortalidad Infantil (UN IGME). Ante esta realidad, iniciativas como la Convocatoria Child Survival, la Alianza para la Vacunación Infantil o el Proyecto MOM reflejan el firme compromiso de la Fundación ”la Caixa” con la mejora de la supervivencia infantil y la esperanza de vida en países vulnerables.
Desde el año 2000, la tasa de mortalidad global en menores de 5 años ha disminuido a más de la mitad. A pesar del gran avance, las cifras siguen siendo alarmantes y las posibilidades de supervivencia son muy distintas dependiendo del lugar de nacimiento: el África subsahariana es la región que concentra la mayor cantidad de muertes de menores de 5 años, con 18 veces más probabilidades que los nacidos en Australia o Nueva Zelanda.
Esta disparidad en los índices de supervivencia infantil la determinan factores como la situación económica, la fragilidad o los conflictos bélicos, variables que favorecen desigualdades en el acceso a la atención sanitaria de calidad, a una adecuada nutrición maternoinfantil y a otros servicios esenciales.
Desde hace 28 años, la Fundación ”la Caixa”, a través del Área Internacional, se ha posicionado como entidad clave de la red de apoyo internacional para revertir esta situación y, por medio de varios programas, trabaja en intervenciones destinadas a mitigar las desigualdades que afectan a las poblaciones de estas zonas de vulnerabilidad extrema.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) n.º 3 de las Naciones Unidas, en concreto el 3.2, consiste en conseguir que, para 2030, todos los países del mundo reduzcan la tasa de mortalidad de bebés y menores de 5 años al menos hasta 25 por cada 1.000 nacidos vivos. Sin embargo, según estimaciones del Informe de Mortalidad Infantil 2024 (UN IGME), 60 países no conseguirán alcanzar esta meta.
Es el caso de Sierra Leona, cuya situación conoce bien la doctora Clara Menéndez, directora del Programa de Salud Materna, Infantil y Reproductiva de ISGlobal: «Sierra Leona está entre los cinco países con mayor tasa de mortalidad en niños menores de 5 años. Y las causas más importantes siguen siendo enfermedades infecciosas como las infecciones respiratorias graves, la malaria o las infecciones gastrointestinales, acompañadas de la malnutrición, que es una consecuencia de las infecciones».
Menéndez lidera uno de los proyectos seleccionados en la Convocatoria Child Survival 2024. Está destinado a mejorar la supervivencia infantil en Sierra Leona, sobre todo de los menores de 2 años, que tienen las tasas de mortalidad más altas: «Necesitamos evaluar cuáles son las barreras y las dificultades para acceder a los tratamientos y medidas de prevención disponibles de las infecciones, sobre todo de la malaria, las neumonías y las enfermedades diarreicas, para poder buscar soluciones asequibles».
En una primera fase, el proyecto evaluará la efectividad en Sierra Leona del Programa Ampliado de Inmunización (PAI), creado por la OMS en 1974 para fortalecer los programas de vacunación y el suministro y la distribución de los tratamientos. A partir de los resultados obtenidos, el equipo de la doctora Menéndez elaborará un informe que incluirá todas las medidas y propuestas preventivas para optimizar el sistema teniendo en cuenta las dificultades intrínsecas del territorio.
En esta evaluación se incluirán todos los perfiles que pueden influir en la salud infantil, comenzando por las familias: «Nuestra prioridad son los progenitores porque ellos deciden si llevar o no a los niños al centro de salud y tenemos que detectar qué factores impiden que los lleven, sobre todo, para recibir medidas de prevención como las vacunas». Para ello cuentan con un equipo de antropólogos sobre el terreno que colaboran con otros profesionales de ISGlobal especializados en mapas y geografía para el estudio de las distancias.
«La principal dificultad es el acceso físico a muchos lugares», explica la doctora. «Las madres tienen que recorrer con sus hijos a la espalda trayectos de una media de tres horas a pie por caminos de tierra o barro y expuestas a múltiples riesgos, como los robos». Los testimonios de madres recogidos por el equipo de ISGlobal son fundamentales para entender la realidad de las familias. «Llevamos ya más de cinco años trabajando en Sierra Leona, en otros proyectos junto a la Fundación ”la Caixa”, y las familias nunca han rechazado los tratamientos; todo lo contrario, son un apoyo muy importante para nuestro trabajo, cuyo objetivo final es tratar de mejorar su calidad de vida», recalca Menéndez.
Esta iniciativa, que tiene una duración de 18 meses, también incluye la visión de otros agentes relevantes en el proceso de inmunización, desde el personal sanitario que administra las vacunas hasta el jefe médico de distrito, que garantiza que los tratamientos lleguen cada mes a los centros de atención sanitaria.
En otro nivel, el equipo trabaja junto con los directores de los programas de malaria, supervivencia infantil e inmunización del Ministerio de Salud de Sierra Leona: «Son tres pilares fundamentales del sistema, y nuestro objetivo es conocer sus desafíos y apoyarlos para conseguir que todo funcione de manera eficiente», añade la doctora Menéndez.
Una vez evaluadas todas las barreras, se elaborará un informe dirigido a los responsables del Ministerio de Salud «para establecer las medidas correctoras necesarias», concluye la doctora. Uno de los objetivos del proyecto es adaptar las intervenciones del programa PAI a las necesidades de la comunidad para mejorar su viabilidad y sostenibilidad, además de contribuir a mejorar la formación de 50 profesionales sanitarios de Sierra Leona actualizando sus conocimientos y habilidades.
La Convocatoria Child Survival de la Fundación ”la Caixa” apoyó en 2024 otros tres proyectos en regiones del África subsahariana: uno para fortalecer el sistema de salud y mejorar la supervivencia infantil en Uganda, liderado por Cesal; otro para mejorar la atención materna y neonatal de las poblaciones vulnerables en Dar es Salaam, liderado por Comprehensive Community Based Rehabilitation in Tanzania (CCBRT); y un tercero para reducir la mortalidad maternoinfantil en la comuna VI de Bamako y la región de Sikasso en Mali, liderado por Conemund. Este miércoles 23 de abril se abre la segunda edición de estas convocatorias.
En 2008, la Fundación ”la Caixa” se convirtió en el primer socio privado de Gavi, the Vaccine Alliance en Europa y juntos impulsaron la pionera Alianza para la Vacunación Infantil con el apoyo de la Fundación Gates e ISGlobal. El propósito de la coalición estaba claro: contribuir a salvar la vida de la infancia de los territorios más desfavorecidos a través de la inmunización.
Hoy, esta iniciativa es un proyecto consolidado al que ya se han adherido muchas empresas, clientes de CaixaBank, dentro de sus programas de responsabilidad social corporativa. «Gracias a la Alianza, una compañía con una inversión muy pequeña es capaz de sobredimensionar su aportación», explica Alfonso Jiménez, director de GO fit LAB, empresa adherida a la Alianza para la Vacunación Infantil. «Te da la sensación de tener superpoderes para transformar la vida de aquellas personas que más lo necesitan», añade Jiménez.
Gracias a la iniciativa Matching Fund, la Fundación Gates y la Fundación ”la Caixa” multiplican cada euro donado por cuatro, cuadruplicando así los recursos del programa de vacunación y el impacto en la lucha contra la mortalidad infantil. «La Fundación Gates proporciona financiación filantrópica en colaboración con la Fundación ”la Caixa”, que tiene un alcance y una capacidad enormes para atraer a otras empresas», afirma Joe Cerrell, director general de la Fundación Gates para Europa, Oriente Medio y Asia Oriental.
Desde entonces, gracias a las más de 400.000 donaciones recibidas, se han recaudado más de 100 millones de euros, que han permitido inmunizar, sobre todo contra la neumonía, a más de 11 millones de niños de regiones vulnerables de África y América Latina.
En 2024, Etiopía dio asilo a 1.069.897 personas refugiadas y desplazadas, convirtiéndose así en el tercer país de acogida de África. Las condiciones en las que las mujeres y los niños llegan a los campos de refugiados son extremas y la asistencia nutricional es la urgencia más inmediata.
De la alianza entre ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados y la Fundación ”la Caixa” surgió en 2017 el Proyecto MOM con el objetivo de reducir la mortalidad infantil de los menores de 5 años y la de sus madres en los campos de refugiados de Etiopía. Las regiones de Gambella y Melkadida acogen a gran parte de la población refugiada y allí es donde tienen lugar la mayoría de las intervenciones de la iniciativa.
Con un enfoque integral, innovador y pionero en su campo, el Proyecto MOM incluye acciones como formaciones para madres, grupos de apoyo para familias, actividades relacionadas con el acceso a alimentos frescos, campañas de sensibilización comunitaria y tratamiento médico de la desnutrición infantil.
Una de las claves del programa es la formación que reciben las madres para la detección temprana de síntomas de malnutrición en sus hijos. Hussein Geia, trabajador del campo de refugiados de Nguenyyiel, en Gambella, en su intervención en el documental Humanity de CaixaForum+ explica que cuando las familias «llegan al campo de refugiados lo primero que se hace es llevarlos a un punto de espera y darles asistencia nutricional».
La importancia de la alimentación suplementaria para evitar la malnutrición severa es una prioridad dentro del Proyecto MOM. «Si la ración de alimentos no es suficiente, las embarazadas y los niños necesitan suplementos. Si no consiguen ese tratamiento, no tienen posibilidades de sobrevivir», afirma Millicent Luigi, trabajadora de ACNUR especialista del Proyecto MOM en Etiopía, que también da su testimonio en el documental.
La educación nutricional se complementa con un programa de huertos en el que se proporciona a las madres acceso a la producción de alimentos frescos para mantener a su familia: «Es un programa que, por un lado, es curativo porque evita la desnutrición extrema, y, por otro lado, la previene», añade Millicent Luigi.
El testimonio de madres como Nyawika Gach, refugiada de Sudán del Sur acogida en el campo de Gambella, reflejan la importancia del proyecto: «A mi hija le diagnosticaron desnutrición y la hospitalizaron en el Centro de Nutrición de Gambella. Tras recibir atención, mejoró y recuperó el apetito con la ayuda de los productos nutricionales. Si continúa así, podría recibir el alta en los próximos meses, lo cual sería maravilloso».
Todas las acciones van acompañadas de una monitorización y una recogida de datos que permiten analizar los resultados para generar cambios estructurales a largo plazo y poder compartir las buenas prácticas con otras regiones y otros contextos humanitarios.
Desde la implantación del proyecto en 2017 se han beneficiado más de un millón de niñas y niños menores de 5 años, madres, mujeres embarazadas y lactantes. En Gambella y Melkadida, el Proyecto MOM ha conseguido reducir la desnutrición infantil en un 42 %. De hecho, el 91 % de los niños y niñas que ingresan en el programa se recuperan con éxito. Además, solo en 2023, la contribución de la Fundación ”la Caixa” supuso un 76 % de la financiación total de los proyectos para la mejora de la nutrición en estas regiones de Etiopía.
Invertir en la supervivencia infantil con iniciativas como el Proyecto MOM, la Alianza para la Vacunación Infantil o el programa Child Survival es cuidar el capital humano para favorecer el desarrollo económico y mejorar el futuro para las generaciones que vienen. Además, el contexto global actual ha añadido un punto de emergencia en el que insiste la doctora Clara Menéndez: «El contexto mundial es diferente y estamos en un momento de enorme dificultad en el ámbito de la salud global. Que la Fundación ”la Caixa” siga apostando por iniciativas destinadas a este tipo de poblaciones vulnerables se vuelve imprescindible».