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19.02.25
9 minutos de lecturaEn 2024, la Fundación ”la Caixa” atendió a más de 235.000 beneficiarios en España y Portugal a través de sus programas de intervención social directa, acompañando a las personas en situación de vulnerabilidad desde la infancia hasta la vejez. Este 2025, el presupuesto global de la entidad alcanza la histórica cifra de 655 millones de euros y un 60 % de la inversión se destinará a reforzar aún más sus programas de transformación social en todas las provincias españolas para contribuir a crear un mundo mejor para todos.
La lucha contra la pobreza infantil, el fomento del empleo para personas vulnerables, la promoción del envejecimiento activo y la atención a personas con enfermedades avanzadas son algunos de los retos a los que nos enfrentamos hoy en día como sociedad y son también las líneas de actuación con las que la Fundación ”la Caixa” tiene un compromiso prioritario en el ámbito social.
Para ofrecer más oportunidades a quienes más lo necesitan, la entidad desarrolla el programa CaixaProinfancia, cuya misión es promover la igualdad de oportunidades en la infancia. El programa, dirigido a hogares con niños, niñas y adolescentes en riesgo o en situación de exclusión, atendió en 2024 a 65.845 menores y a 41.849 familias gracias al trabajo en red de 467 entidades sociales.
En el marco de CaixaProinfancia se crearon en 2024 los Espacios Familiares 0-3, una iniciativa de apoyo socioeducativo a la primera infancia. «La propuesta surge de la necesidad de ampliar el acompañamiento a las familias con hijos e hijas de entre 0 y 3 años desde dos líneas muy claras: el acompañamiento social, a través de la figura de la trabajadora social, y el acompañamiento familiar en el ámbito educativo, mediante una educadora infantil y actividades en las que se trabajan temas relacionados con la crianza», cuenta Soledad García, psicopedagoga y educadora infantil en el espacio de la Fundación de la Esperanza, en Barcelona. Además, también funcionan como lugar de encuentro y relación entre las familias: «Hoy en día, las maternidades son cada vez más solitarias, pero venir aquí las convierte en un poco más solidarias».
Aunque el empleo alcanzó en enero niveles récord, el acceso al mercado laboral sigue siendo desigual. Determinados colectivos se encuentran con mayores obstáculos a la hora de encontrar empleo.
Para mejorar la integración sociolaboral de estas personas en situación de vulnerabilidad, el programa Incorpora, a través de sus técnicos de orientación y prospección, diseña itinerarios personalizados que valoran el potencial de cada persona, impulsan su autonomía y promueven su participación para mejorar su empleabilidad.
Cuando los usuarios están preparados para dar el siguiente paso, se organizan, entre otras acciones, jornadas de speed dating laborales, un método de selección de personal que resulta muy efectivo para las empresas colaboradoras. La última tuvo lugar en CaixaForum Madrid a finales de 2024: «En una mañana, las empresas pudieron conocer varias candidaturas y los candidatos realizaron hasta cuatro entrevistas», relata Susana Moreno-Fernández, prospectora empresarial en Hogar Sí, una de las entidades sociales que coordinaron la iniciativa.
Y la labor de Incorpora no termina con las entrevistas. Cuando una persona consigue un empleo, los orientadores laborales siguen a su lado haciéndole seguimiento y apoyándole en función de sus necesidades: «Qué nervios tengo para el primer día, dónde tengo que ir, por quién tengo que preguntar… En todo lo que imagines que pueda surgir en un proceso de incorporación, te acompañamos», detalla Susana.
Gracias al compromiso de 411 entidades sociales repartidas por todo el territorio y de más de 15.000 empresas que apuestan por la responsabilidad social, en 2024 Incorpora facilitó cerca de 40.000 puestos de trabajo en España.
Otro pilar fundamental de la acción social de la entidad es la atención al final de la vida, materializada en el Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas. En 2024, con esta iniciativa se atendió a 36.587 pacientes y 41.682 familiares en todas las provincias españolas.
Xavier Gómez-Batiste, director científico del programa, destaca que en el ámbito de los cuidados paliativos, más allá del tratamiento del dolor, hace tiempo que se identificó que «todo lo relacionado con las necesidades de carácter psicosocial y espiritual de las personas —el sentido de la vida, los aspectos psicológicos de adaptación a la enfermedad, los aspectos sociales de cuidar a las familias, etc.— estaba poco desarrollado y eso provocaba sufrimiento». Por ello, la Fundación ”la Caixa” puso en marcha en 2009 este programa, que se centra en dar una respuesta integral a las personas con enfermedades avanzadas y a sus familiares mediante 65 equipos de atención psicosocial (EAPS) multidisciplinares y 176 equipos domiciliarios.
Al final del recorrido vital «surgen muchas preguntas que son un tabú en nuestra sociedad, pero que es muy necesario hacérselas», asegura el experto. Por eso, «es crucial tener claro que el hecho de morir es algo muy frecuente; tan frecuente que vale la pena que nos preparemos bien», concluye. Marta Morente, antropóloga social y cultural, coincide con Gómez-Batiste y destaca que «trabajar la espiritualidad ayuda muchísimo no solo a vivir la muerte con mayor paz o confianza, sino también a vivir la vida».
La nuestra es una sociedad envejecida: el número de personas mayores es cada vez más numeroso. Sin embargo, en una sociedad que utiliza la juventud como baremo, aún se tiende a ver la vejez como algo negativo que, aunque ineludible, debe evitarse. «En la actualidad, alrededor del 50 % de la población española percibe que hay discriminación por edad hacia las personas de 55 años o más», asegura Vânia de la Fuente-Núñez, experta internacional en envejecimiento saludable y edadismo. «Por suerte, he podido ver muchas iniciativas globales y contribuir a ellas. Y hemos conseguido cambios sin precedentes: hay 93 países que ya tienen programas y políticas para abordar el edadismo, y 105 cuentan con legislación para prohibir la discriminación por edad, y la palabra edadismo está ya incluida en el diccionario español, entre otros», señala De la Fuente-Núñez, que lideró la campaña mundial contra el edadismo de la OMS.
Para la Fundación ”la Caixa”, la atención a las personas mayores ha sido una prioridad desde su creación en 1904. En 2024, 533.080 usuarios participaron en las 18.417 actividades organizadas por el programa de Personas Mayores en 635 centros de todas las provincias del territorio español.
En paralelo, el programa Siempre Acompañados, que atiende a personas mayores en situación de soledad no deseada, celebró su décimo aniversario tras una década impulsando relaciones de apoyo y bienestar entre las personas mayores, empoderándolas y haciendo que se sientan parte de una sociedad que se compromete con ellas.
Las Convocatorias de Proyectos Sociales también estuvieron de celebración en 2024. Cumplieron 25 años de historia, periodo en el que se han impulsado un total de 23.518 proyectos de entidades sociales de toda España dirigidos a promover la igualdad de oportunidades y a mejorar la calidad de vida de 10 millones de personas en situación de vulnerabilidad.
De la mano de las convocatorias, que se han ido adaptando a las necesidades de las entidades, en este cuarto de siglo el tercer sector español ha sufrido una transformación sistémica: ha transitado de una labor esencialmente asistencial a un enfoque holístico, centrado en la defensa de los derechos y en el empoderamiento de las personas.
«Antes atendíamos necesidades puntuales y básicas», recuerda Toni Bruel, coordinador general de Cruz Roja Española (1994-2023) y colaborador del Área de Relaciones con Entidades Sociales de la Fundación ”la Caixa”. «Hoy, la atención se basa en escuchar a las personas, conocer su contexto e integrarlas en itinerarios personalizados. El individuo deja de ser solo beneficiario de las ayudas para convertirse en protagonista», subraya el experto en ayuda humanitaria, que ha presenciado estos cambios desde la primera línea.
Este nuevo enfoque se ha organizado, según Bruel, en torno a cuatro pilares: «la búsqueda de la igualdad de oportunidades, la atención sociosanitaria integral, el fomento de la autonomía personal y la construcción de una sociedad diversa e inclusiva».
Como respuesta a la emergencia humanitaria provocada por la gota fría, en 2024 la Fundación ”la Caixa” también puso en marcha un plan de ayudas para las personas damnificadas en los territorios más perjudicados. Este plan contó con una dotación inicial de más de 5 millones de euros e incluyó una convocatoria extraordinaria que ya se ha resuelto y que ha destinado más de 1,5 millones de euros a 81 iniciativas de entidades sociales valencianas.
El conjunto del plan se está desarrollando en dos fases: la primera, de emergencia, y la segunda, de recuperación, para el acompañamiento a largo plazo de estas personas tanto desde el punto de vista material como el psicológico. Para ello, se está trabajando estrechamente con entidades de referencia, como Cruz Roja Española, Cáritas, Save the Children, los bancos de alimentos, Fundación Secretariado Gitano y Acción contra el Hambre.
Asimismo, la Fundación ”la Caixa” ha reforzado sus programas estratégicos en el territorio. De entre estas iniciativas, la atención a la infancia es la más sensible. A través deCaixaProinfancia y en colaboración con Save The Children, se han puesto en marcha unos «espacios seguros» de carácter lúdico que fomentan la conciliación familiar. Juan Miguel, vecino de Sedaví y padre de 3 hijos de 4, 9 y 11 años, destaca su importancia: «El más pequeñito aún me pregunta por qué hizo esto el agua. Al mediano le ha afectado más emocionalmente, se ve preocupado. Y la mayor se ha centrado en estudiar y todavía no se ha abierto mucho. Sin embargo, desde que vienen a estos espacios se han empezado a distraer y en casa están más contentos».
Maribel López del Castillo, responsable de la respuesta de protección ante la emergencia en Save the Children, cuenta que a través de actividades, de la expresión y de la creatividad trabajan la gestión emocional de los menores «para identificar qué han vivido y cómo lo han vivido, y darles herramientas y recursos. Sobre todo, que sientan que tienen un espacio donde va a haber gente que los va a escuchar y los va a acompañar en este proceso».
En el ámbito internacional, en 2024 se ha colaborado en 47 proyectos con el objetivo de promover la creación de empleo, la mejora de la supervivencia infantil y la ayuda en emergencias en 31 países de América Latina, África y Asia con 735.000 beneficiarios, siempre en alianza con fundaciones y organismos internacionales de reconocido prestigio.