Medición del nivel de malnutrición de un niño en un campo de refugiados de Etiopía.
Medición del nivel de malnutrición de un niño en un campo de refugiados de Etiopía.© Fundación "la Caixa"

Los recortes en la ayuda global podrían revertir décadas de progreso en salud y desarrollo

Barcelona

18.11.25

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La rápida caída de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) podría provocar más de 22 millones de muertes adicionales de aquí a 2030, incluyendo 5,4 millones de menores de cinco años, según un nuevo estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), con apoyo de The Rockefeller Foundation a través de su organización benéfica RF Catalytic Capital. Los resultados muestran que los recortes actuales en la ayuda global no solo amenazan los programas humanitarios y de desarrollo, sino que también podrían deshacer décadas de avances en la reducción de la mortalidad evitable en países de ingresos bajos y medios (LMIC, por sus siglas en inglés).

El estudio, “The Impact of Two Decades of Humanitarian and Development Assistance and the Projected Mortality Consequences of Current Defunding to 2030: Retrospective Evaluation and Forecasting Analysis”, ha sido realizado por investigadores de ISGlobal (España), centro impulsado por la Fundación “la Caixa”, el Instituto de Salud Colectiva de la Universidad Federal de Bahía (Brasil), el Centro de Investigación en Salud de Manhiça (CISM) y el Instituto Nacional de Salud (INS) de Mozambique. La investigación, disponible actualmente en formato preprint, combina un análisis retrospectivo del impacto sanitario de la AOD entre 2002 y 2021 con modelos de proyección hasta 2030, que estiman la mortalidad en escenarios actuales y futuros de recortes en la financiación.

«Estos resultados revelan la enorme contribución de la ayuda internacional a la salud global en las dos últimas décadas», afirma Davide Rasella, coordinador del estudio e investigador ICREA en ISGlobal. «La contracción abrupta de la financiación de la AOD podría tener repercusiones graves, provocando incrementos sustanciales en muertes evitables en adultos y niños y niñas en los próximos años. Más allá del impacto humano inmediato, también podría socavar de forma crítica el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030».

Continuación de resultados previos sobre los recortes en la ayuda de USAID

Este trabajo amplía un estudio previo liderado por ISGlobal, publicado a principios de este año, que estimaba que el desmantelamiento de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) podría causar más de 14 millones de muertes evitables adicionales de aquí a 2030. Ambos análisis aplican el mismo marco metodológico, integrando datos longitudinales con modelos de micro simulación validados a nivel país para cuantificar las consecuencias sanitarias de la reducción de fondos. Mientras que el estudio sobre USAID se centraba en un único donante, este nuevo análisis abarca a todos los contribuyentes de la OCDE, ofreciendo una evaluación completa del impacto que tendrían los recortes en la mortalidad.

La AOD salvó millones de vidas; ahora millones están en riesgo

Con este enfoque, el equipo investigador encontró que la AOD ha tenido un impacto medible y sostenido en la salud global. Entre 2002 y 2021, niveles más altos de financiación se asociaron con una reducción del 23% en la mortalidad por todas las causas y una disminución del 39% en la mortalidad infantil, en 93 países de ingresos bajos y medios. Las inversiones en ayuda fueron especialmente efectivas para reducir muertes por VIH/sida (70%), malaria (5%) y deficiencias nutricionales (56%), además de lograr reducciones significativas en la mortalidad por tuberculosis, enfermedades diarreicas, infecciones respiratorias y causas maternas y perinatales. 

Más allá de su impacto directo, la AOD ha sido esencial para fortalecer y sostener sistemas de salud, apoyar programas de control y erradicación de enfermedades y mejorar la preparación ante brotes y epidemias.

Sin embargo, las simulaciones muestran que la actual ola de recortes, impulsada por fuertes reducciones en Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania, entre otros, podría revertir estos avances. En un escenario de recortes severos, el estudio proyecta 22,6 millones de muertes adicionales de aquí a 2030, mientras que incluso un escenario moderado podría causar 9,4 millones de muertes evitables. La magnitud de este impacto es comparable a una crisis global. En el pico de la pandemia de COVID-19, se registraron unos 14,9 millones de muertes en exceso en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. La mortalidad asociada a los recortes actuales podría superar incluso esa cifra.

Una contracción sin precedentes en la ayuda

«La AOD, que representa la mayor parte de la financiación internacional para el desarrollo y la acción humanitaria, sostiene sectores clave como la salud, la educación, el agua y saneamiento y la seguridad alimentaria», señala Andrea Ferreira da Silva, investigadora posdoctoral del Instituto de Salud Colectiva (ISC) en Brasil.

Por primera vez en casi 30 años, Estados Unidos, Francia, Alemania y Reino Unido han reducido sus contribuciones a la AOD en 2024. Si además aplican los recortes anunciados para 2025, será la primera vez en la historia que los cuatro países recortan la AOD simultáneamente durante dos años consecutivos. El desmantelamiento de USAID por sí solo supone una reducción estimada del 83% de sus programas, recortando la ayuda estadounidense total aproximadamente a la mitad, mientras que se estima que la financiación total de la AOD caerá un 21% en 2025 en comparación con 2023.

«No se trata solo de un tema presupuestario», afirma Claudia García-Vaz, coordinadora de análisis de políticas en ISGlobal. «Es una cuestión de vida o muerte para millones de personas. Los recortes en la ayuda global son una catástrofe moral y un lastre para la prosperidad mundial». Por su parte, Ariel Nhacolo, demógrafo sénior en el CISM de Mozambique, añade: «los recortes abruptos de la AOD ya están afectando gravemente a los más vulnerables».

Una llamada de atención para la comunidad internacional

«La ayuda al desarrollo sigue siendo una de las herramientas más eficaces para salvar vidas, fortalecer los sistemas de salud y reducir la pobreza», subraya Rodrigo Volmir Anderle, investigador posdoctoral del ISC. El equipo investigador insta a los países donantes y a las organizaciones internacionales a reconsiderar urgentemente las decisiones actuales de financiación, cubrir el déficit y reafirmar su compromiso con los ODS. «La retirada repentina de la ayuda amenaza con desmantelar sistemas que han tardado décadas en construirse», concluye Rasella. «Revertir esta tendencia es esencial no solo para la salud global, sino también para la estabilidad mundial».