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Cultura para Todos: cuando el arte cuida y transforma

Inma admirando una de las experiencias inmersivas de la muestra «Somos Naturaleza» en CaixaForum Barcelona.
Inma admirando una de las experiencias inmersivas de la muestra Somos Naturaleza en CaixaForum Barcelona.© Fundación ”la Caixa”

Cultura para Todos: cuando el arte cuida y transforma

Barcelona

04.11.25

8 minutos de lectura
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Un grupo de personas cuidadoras visita la exposición inmersiva Somos Naturaleza en CaixaForum Barcelona. La experiencia les regala algo que el día a día les niega: una pausa, perspectiva y la certeza de que no están solas. La actividad, impulsada por la iniciativa Cultura para Todos junto con los programas sociales de la Fundación ”la Caixa”, les recuerda que la cultura no es un lujo, sino un derecho. 

En la recepción de CaixaForum, pequeños grupos conversan en voz baja y con gestos prudentes. Algunas personas ya se conocen, otras no. «Es la primera vez que vengo», se escucha en un corrillo. «Cuando puedo, no me lo pierdo», responde otra voz. «Yo repito, la primera vez fue fantástico», añade una tercera. 

Son personas cuidadoras —la mayoría, mujeres en torno a los 60 años— que participan en la Escuela de Cuidadores, una iniciativa del programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas de la Fundación ”la Caixa” que hasta ahora ha ofrecido formación y acompañamiento a casi 10.000 personas, entre cuidadores de familiares y voluntariado del programa. 

Un grupo de personas cuidadoras en el hall de CaixaForum Barcelona.
Un grupo de personas cuidadoras en el hall de CaixaForum Barcelona.© Fundación ”la Caixa”

Hoy se las ha convocado para que vivan una experiencia diferente: visitar una exposición inmersiva que les permitirá desconectar, aunque sea por unas horas, del reloj implacable de los cuidados. 

La actividad se enmarca en Cultura para Todos, una iniciativa en la que se trabaja desde hace algunos años para eliminar barreras y facilitar el acceso a la cultura a quienes más lo necesitan, personas que en algún momento de su ciclo vital se encuentran en una situación de vulnerabilidad: desde grupos de duelo de adolescentes hasta personas mayores en situación de soledad, pasando por personas en proceso de inserción laboral, madres solteras con niños y niñas en situación de pobreza, personas en la fase final de su vida o, como en este caso, cuidadoras no profesionales. 

 Una experiencia que envuelve  

Tras una breve ronda de presentaciones —tímidas, pero con buen humor—, una educadora de CaixaForum conduce al grupo a la primera planta. Allí comienza el recorrido por Somos Naturaleza, una instalación audiovisual inédita en España que invita a reflexionar sobre la biodiversidad, la interdependencia de los ecosistemas y la urgencia de proteger el planeta. 

«No hablaré mucho», advierte la educadora, y añade: «Esta exposición es distinta de otras, hay que sentirla». Y así lo hacen. El grupo avanza por un pasillo en penumbra para encontrar, tras una cortina, el primer estallido visual. Una gran sala con proyecciones en 360 grados se llena de imágenes de animales y paisajes de todo el mundo. Cuando el suelo se inunda virtualmente con olas, una de las cuidadoras simula caminar sobre el mar. «Dan ganas de descalzarse y andar por encima del agua», dice, sonriente. «Parece que estás ahí de verdad». 

Rosa leyendo los paneles informativos de la exposición.
Rosa leyendo los paneles informativos de la exposición.© Fundación ”la Caixa”
Una educadora de CaixaForum Barcelona introduciendo la exposición al grupo.
Una educadora de CaixaForum Barcelona introduciendo la exposición al grupo.© Fundación ”la Caixa”
Dos personas viendo imágenes de un volcán en plena explosión.
Dos personas viendo imágenes de un volcán en plena explosión.© Fundación ”la Caixa”

En la segunda sala, el tono cambia. Las imágenes son abstractas, creaciones de arte digital que evocan universos, células u organismos interconectados, como si el grupo caminase por el interior de un microscopio. Un mensaje en pantalla reza: «Nuestra visión del mundo determina nuestras acciones», algo que resuena en algunas de las participantes, como Inma, que estuvo a cargo de una persona durante una década. «A mí me hace pensar en la necesidad de cambiar la perspectiva y tomar distancia respecto al día a día», explica, «salir de esa visión de túnel a la que estamos acostumbrados». Rosa, otra de las asistentes, asiente: «Nos recuerda que todos somos materia, estamos hechos de lo mismo». 

La tercera sala cierra el recorrido con un soplo de esperanza. Imágenes poderosas de la naturaleza se entremezclan con proyectos en los que se trabaja para su protección. El mensaje es claro: trabajando de manera colectiva, un planeta mejor es posible. Es algo que cala en las cuidadoras y les permite salir de la exposición con un mensaje «optimista, de esperanza». 

Declaraciones de Rosa e Inma, participantes en la Escuela de Cuidadores de la Fundación ”la Caixa”.© Fundación "la Caixa"

Momentos que perduran  

La visita deja a las participantes con impresiones difíciles de describir. «Quería extender los brazos y unirme a volar con los pájaros». «Es muy impactante, se vive de una manera muy intensa». «Te hace sentir muchas cosas». 

«A mí me han entrado ganas de bailar», sorprende Sonia, que está a cargo de los cuidados de su madre. «Si nos relajáramos y perdiéramos la vergüenza, seguro que nos moveríamos al ritmo de la música, como una hoja que se mueve con el viento». 

Ya en la cafetería, donde las participantes comparten unos cafés para comentar la actividad, algunas rememoran las proyecciones de zorros, selvas, mariposas… Pero Inma tiene claro con qué imagen se queda: la de un lobo que sintió que la observaba. «Giré la cabeza y ahí estaba, enorme. Sentí como si me mirase unos segundos y desapareció. Esa mirada me ha hecho pensar en cómo nos cuidamos entre nosotros, esa interdependencia del lobo con su entorno y del ser humano con la biosfera». 

«Qué bonito que hayas visto los cuidados en un lobo», le dice Marta Gutiérrez, psicóloga y docente de la Escuela de Cuidadores que las acompaña. «Yo lo sentí cuando vi a la ballena con su cría». Otras personas comparten sus imágenes e interpretaciones, y es que experiencias artísticas como esta despiertan la imaginación y sugieren relaciones inesperadas. 

Declaraciones de Marta Gutiérrez, psicóloga y docente de la Escuela de Cuidadores.© Fundación ”la Caixa”

La cultura como palanca de bienestar  

La visita a Somos Naturaleza no es una actividad aislada. Forma parte de un trabajo sistemático y meticuloso que Cultura para Todos desarrolla de manera transversal con los programas sociales de la Fundación ”la Caixa”. El objetivo está claro: poner todos los recursos culturales y educativos de la institución al servicio de quienes más lo necesitan para generar experiencias que contribuyan a mejorar su sensación de bienestar. 

«Trabajamos con mucha escucha activa, adaptando contenidos y formatos a las necesidades de cada colectivo», explica el equipo de la iniciativa. No se trata solo de abrir las puertas de las instituciones, sino también de diseñar actividades específicas, de acompañar, de crear espacios seguros donde las personas puedan expresarse, conectar con otras y experimentar el poder transformador de la cultura. 

Los beneficios están documentados. Según varios estudios del Observatorio Social de la Fundación ”la Caixa”, la participación cultural aumenta la creatividad, mejora la salud, favorece el crecimiento personal y contribuye a la construcción de sociedades más plurales, reflexivas e inclusivas. En el ámbito individual, la cultura nos hace más felices y refuerza el capital social. 

Para colectivos vulnerables como el de las personas cuidadoras —que dedican 24 horas al día y 7 días a la semana a estar pendientes de otro ser humano—, estas experiencias culturales no son un entretenimiento, sino una necesidad vital. Uno de los pocos momentos de autocuidado. 

«En la Escuela de Cuidadores intentamos promover la toma de conciencia de que pueden, puntualmente, dar un paso atrás en las tareas de cuidado y dedicarse un tiempo a ellas mismas, ya sea con los talleres en los que impartimos formación, con los grupos de soporte o con actividades como la de hoy, en las que intentamos acercar la cultura como un derecho y no como un lujo», defiende la psicóloga. 

«Estos espacios son la manera de no tocar fondo», dice Rosa, que cuida a su madre diagnosticada de alzhéimer. «Te permiten tomar distancia, respirar y recordar que tienes derecho a vivir, y así poder cuidar con más lógica». 

La silueta de dos personas sobre un atardecer.
La silueta de dos personas con un atardecer de fondo.© Fundación ”la Caixa”
Una de las salas de Somos Naturaleza.
Una de las salas de Somos Naturaleza.© Fundación ”la Caixa”
Un grupo de personas disfrutando de la experiencia inmersiva.
Un grupo de personas disfrutando de la experiencia inmersiva.© Fundación ”la Caixa”

 Encuentros que transforman   

Uno de los grandes valores de Cultura para Todos es ofrecer experiencias pensadas para personas que atraviesan situaciones similares. En el caso de las cuidadoras, muchas llegan con una sensación de soledad y agotamiento acumulado. Como explica Gutiérrez, «cuando contactan con la Escuela de Cuidadores suelen sentirse perdidas, solas; y esa soledad, muchas veces, proviene de un aislamiento real». 

Participar en una actividad como esta, en un espacio cultural inspirador y fuera del contexto habitual, genera una conexión profunda. Estar con otras personas que han vivido lo mismo permite relajarse, compartir sin tener que dar explicaciones y sentirse comprendidas de forma inmediata. Sonia lo resume con claridad: «Cuando estás con alguien que ha pasado por lo mismo, no hace falta hablar mucho. Compartimos un idioma emocional». Para Rosa, poder expresarse sin ser juzgada es fundamental: «Lo que no se dice, se enquista por dentro». 

A medida que la tarde avanza, las conversaciones fluyen con naturalidad. Muchas participantes coinciden en que el simple hecho de estar allí ya marca una diferencia. «No os imagináis lo bien que me va esto», dice Mari Carmen, que había estado callada hasta entonces. Sentirse acogidas y valoradas en un espacio cultural como CaixaForum no solo es un respiro, sino un salvavidas emocional. Desde el equipo de la Fundación ”la Caixa” lo confirman: la cultura, vivida desde el respeto y la escucha, es una herramienta potente de canalización emocional. 

El poder de una pausa  

Al final de la tarde, cuando las participantes intercambian sus contactos y se despiden para volver a sus rutinas, algo ha cambiado. Llevan consigo imágenes que perdurarán. Pero sobre todo se llevan una certeza: que merecen espacios como este, que la cultura también es para ellas y que disfrutarla no es un acto de escapismo, sino de necesidad y de reconexión. 

«Ojalá hubiera descubierto esto antes», dice Inma con una mezcla de gratitud y nostalgia. Con siete años de trayectoria, Cultura para Todos seguirá tejiendo puentes entre la cultura y las personas que más lo necesitan. Porque, como demuestra la tarde en CaixaForum, el arte y la creatividad no resuelven los problemas del día a día, pero reconfortan, conectan, generan autonomía y bienestar. 

Última actualización: 04 noviembre 2025 | 09:55