Avanti Mamis, la respuesta a un problema al que nadie presta atención

Rahiza Franchezca López Valle llegó de Nicaragua a España sola, con dos hijas y sin trabajo. Su situación, de gran vulnerabilidad, cambió radicalmente al entrar en Avanti Kids & Mamis. Fundada en 2004, la asociación Avanti Andalucía Siglo XXI, galardonada en los Premios Fundación ”la Caixa” a la Innovación Social, busca construir una sociedad más justa e igualitaria a través de acciones sociales, educativas, culturales y de inserción sociolaboral desarrolladas por un equipo multidisciplinar que resuelve situaciones de desamparo no atendidas por las instituciones públicas.

«Estudié Farmacia, pero no culminé la carrera porque emigré a España», recuerda Rahiza Franchezca. Su situación familiar y económica la llevó a pedir ayuda a los servicios sociales de Sevilla, que la derivaron a Avanti Andalucía. Gracias a este programa ha encontrado apoyo, acompañamiento, estímulo para retomar sus estudios universitarios de Farmacia y el apoyo para realizar los trámites para regularizar su situación en España.

«Avanti Kids & Mamis es innovación, ya que es un proyecto único en nuestro territorio que no trabaja desde un solo punto de vista, sino que cuenta con un equipo multidisciplinar que trabaja de forma integral», relata Laura Pichardo Escudero, coordinadora y educadora de la asociación Avanti Andalucía, que, a través de este proyecto, está dando respuesta a un problema que nadie atiende: el de las necesidades de madres e hijos que tienen entre los 0 y los 3 años, franja de edad que no está reconocida como educación universal y, por tanto, no está cubierta por el Estado.

«En estos casos, si los padres quieren dejar a sus hijos en escuelas infantiles, tienen dos opciones: o lo pagan de su bolsillo o van a un centro público, que está bonificado para aquellas personas que cumplan con ciertos requisitos», explica Raúl Pérez, presidente de Avanti Andalucía. El problema surge cuando las personas necesitadas de ese servicio de educación infantil no pueden pagarlo y, por su situación personal, tampoco pueden acceder a las guarderías públicas bonificadas.

«Lejos de lo que nos quieren hacer pensar, las personas en situación irregular no tienen acceso a las ayudas sociales justamente porque no tienen documentación. Para acceder a una bonificación es necesario demostrar una serie de requisitos económicos, presentar declaraciones de la renta y otros documentos que ellos no pueden presentar», explica Raúl Pérez, que esboza el perfil de las mujeres destinatarias de Avanti Kids & Mamis: madres monoparentales procedentes de países extranjeros en situaciones conflictivas, que vienen con sus hijos y que carecen de redes de apoyo en España.

«Nosotros las recibimos directamente o a través de los servicios sociales del Ayuntamiento. Se les diseña un itinerario de inserción sociolaboral para que abandonen esa situación de exclusión social y se las acompaña en todos los procesos que necesiten; por ejemplo, el empadronamiento, el acompañamiento al centro de salud, las visitas a la embajada y el consulado o las derivaciones a asesorías jurídicas para que puedan regularizar su situación», detalla Raúl Pérez, que menciona también los talleres destinados a que las madres adquieran nuevas habilidades o potencien las que tienen, de cara a mejorar su situación personal y laboral.

«Hemos hecho muchos talleres individuales y grupales, como el de las habilidades sociales que debe tener o aprender cada persona. Este es el que más me ha gustado porque después del taller he puesto en práctica muchas habilidades en mi día a día sin darme cuenta», reconoce Rahiza Franchezca, cuya hija, Giianna, también se ha beneficiado de Avanti Kids & Mamis, galardonado en la 8.a edición de los Premios a la Innovación Social que entrega la Fundación ”la Caixa” por, según los organizadores, «su potencial transformador y su capacidad para mejorar los problemas sociales buscando para ello empoderar a sus destinatarios y destinatarias mediante la generación de sinergias entre entidades y fomentando su participación en la comunidad». Es un programa que, como confirma Lara Pichardo, destaca por «ser vanguardista y trabajar desde el punto de vista de las emociones».

«El programa nos ha beneficiado muchísimo. Giianna es una niña muy audaz y con mucha sabiduría, y en Avanti han conseguido potenciar todo eso. Tanto ella como yo hemos crecido en diferentes aspectos y nuestra relación ha mejorado mucho», comparte Rahiza Franchezca, que en la actualidad está ya en la última fase del proyecto: «Me encuentro en la cima de donde yo me veía, pero a medida que avanzo me planteo cada vez más metas. Ahora tengo seguridad en mí misma y estoy agradecida infinitamente al equipo de Avanti por ayudarme a creer en mí».

Desde 2017, año en el que se puso en marcha Avanti Kids & Mamis, han participado en el proyecto 117 personas destinatarias, de las cuales 72 (35 mujeres adultas y 37 menores) han intervenido activamente durante todo el programa. «El éxito del proyecto está en que las mujeres pasen por aquí y se vayan, porque eso significa que han conseguido sus objetivos. Hay gente que necesita más tiempo con nosotros y gente que necesita menos, pero el límite está siempre en los tres años, que es la edad en la que los menores pasan al colegio», señala Pérez, que hace hincapié en que abandonar el recurso no supone romper el vínculo con la organización. Una vez finalizado el programa, las madres siguen relacionándose entre ellas gracias a una red de apoyo en constante crecimiento, al tiempo que la asociación continúa en contacto tanto con ellas como con los centros educativos que reciben a los niños para llevar un seguimiento de su evolución.

Si bien la concesión del Premio Fundación ”la Caixa” a la Innovación Social permitirá dar a conocer su trabajo a más gente y mejorar la dotación de algunos de sus programas, Avanti Andalucía no quiere ser víctima de la euforia, perder su esencia o crecer de manera desordenada. Fundada en 2004 a raíz de una experiencia de voluntariado en El Vacie, el poblado chabolista más antiguo de Europa, Avanti Andalucía se creó para poder desarrollar su particular filosofía de trabajo, cuya fórmula se aleja de las intervenciones basadas en el asistencialismo para apostar por una transformación social que surge de las propias personas beneficiadas por sus proyectos, y eso es lo que desea seguir haciendo.

«Somos una entidad pequeña porque hemos elegido ser así. Solemos trabajar en el territorio en el que estamos instalados porque es el que mejor conocemos, como El Vacie y el polígono norte de Sevilla, dos de las zonas más pobres de España. Eso no quiere decir que no vayamos a crecer en un futuro, pero será un crecimiento muy meditado para que nuestras intervenciones no pierdan fuerza ni se resienta la estructura», apunta Raúl Pérez, que aún recuerda las limitaciones que sufrió Avanti Kids & Mamis en sus inicios. Además de atender a la mitad de menores y contar con la mitad de tiempo que ahora, en lo que se refiere a las madres, la labor dependía del trabajo voluntario porque la organización carecía de personal.

«En la actualidad, ya hay dos educadoras para los niños, una trabajadora social y orientadora sociolaboral para las madres, y una psicóloga que viene como voluntaria una vez a la semana», detalla Pérez, que a pesar de estos avances es consciente de que todavía queda mucho por hacer. «Hay muchas madres con sus niños que se quedan fuera del servicio. Esperamos que el premio sirva para disminuir esas listas de espera y atender las peticiones que tenemos para aplicar nuestro programa Avanti Kids & Mamis en otros lugares», concluye.