Se consolida la tendencia del hijo único. Ya son 3 de cada 10 los españoles que crecen sin hermanos. Estudio Social N.36

Madrid

12.12.13

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España está a la cola de Europa en natalidad, con 1,3 hijos por mujer de media. No obstante, a diferencia de otros países con baja natalidad como Italia o Alemania, muy pocas españolas optan por no tener hijos. El 13 % de las mujeres nacidas en 1965 no han tenido hijos, en comparación con el 9 % de las nacidas en 1940.

Uno de los motivos de los bajos índices de natalidad en España está en la baja progresión hacia el segundo hijo e hijos posteriores. El 87 % de las mujeres tienen hijos, pero cada vez son más las que solo tienen uno. El porcentaje de las mujeres nacidas en 1965 con un solo hijo (27,6 %) casi cuadruplica el de las nacidas en 1940 (7,4 %).

Una de las peculiaridades de España en el entorno europeo es que la baja natalidad está muy generalizada, independientemente de la procedencia geográfica y social, el nivel de estudios y la situación laboral de la mujer, mientras que en otros países la alta natalidad de algunos sectores de la población compensa la baja natalidad de otros.

Lo mismo ocurre con la postergación de la maternidad, una tendencia universal que en España se da de forma generalizada. En el periodo 1980-2011, la edad media de los padres a la hora de tener el primer hijo ha aumentado de 25 a 30,1 años entre las mujeres, y de 30,1 a 33,3 años entre los hombres. Los nacimientos en mujeres mayores de 35 años representan en la actualidad el 18 % del total.

La importancia decreciente del matrimonio, la expansión de la cohabitación y el aumento de las rupturas de parejas no conducen necesariamente a una natalidad muy baja en los países europeos. En España, el porcentaje de los nacimientos fuera del matrimonio pasó del 4 % en 1980 al 11 % en 1995, y desde entonces el aumento ha sido muy rápido, llegando hasta el 37 % en 2011. La mayor parte de los nacimientos fuera del matrimonio se producen en el contexto de una pareja de hecho. En 2011, la natalidad entre las familias cohabitantes representaba el 23 % de todos los nacimientos. En comparación con la mayoría de los países europeos, las parejas de hecho españolas son relativamente estables.

En lo que respecta a la inestabilidad laboral y económica, esta sigue siendo un factor de riesgo para la natalidad, y más en la situación económica actual. Pese a ello, también se enfrentan a obstáculos para la maternidad las mujeres trabajadoras y las de alto nivel educativo por las dificultades de armonizar las responsabilidades laborales y maternales.

Las preferencias sobre maternidad y paternidad en cuanto al número de hijos se han mantenido estables durante el último medio siglo: la gran mayoría de hombres y mujeres españoles desean tener al menos 2 hijos. El estudio considera que la diferencia entre el número de hijos que se desearía tener y los que se tienen realmente constituye un déficit de bienestar.

En definitiva, los expertos concluyen que las claves para frenar los bajos índices de natalidad en España y equipararlos a los deseos parentales de los españoles son las políticas de conciliación trabajo-familia, las políticas de bienestar, las condiciones que regulan las relaciones laborales y la inversión en educación infantil de 0 a 3 años, así como el impulso de la igualdad de género, tanto en el seno de la familia como en las instituciones sociales.