Exposición: Escudos y lanzas

Una de las reglas básicas que garantiza la supervivencia de los seres vivos es la de comer y no ser comidos. Con este fin, plantas, seres humanos y animales adoptan diferentes estrategias de camuflaje y defensa: mimetizarse con el ambiente para pasar desapercibidos, expeler substancias venenosas, asociarse en simbiosis para protegerse mutuamente o, sencillamente, ser capaces de desarrollar una gran velocidad de huida. Otro de los mecanismos de defensa pasa por el desarrollo de distintas estructuras de protección, ya sean esqueletos externos (escudos) o elementos puntiagudos como cuernos o espinas (lanzas). CosmoCaixa, el Museo de la Ciencia de la Fundación ”la Caixa” en Alcobendas, Madrid, reflexiona sobre las técnicas de protección adoptadas por los seres vivos en la muestra Escudos y lanzas. Caparazones, escudos, cuernos o espinas son algunas de las estrategias de defensa que a lo largo de la historia han sido utilizadas por los seres vivos en su lucha por la supervivencia. La existencia de los rinocerontes, los cáctus, las piñas, el armadillo o las tortugas ilustra esta tesis.Una de las formas más comunes de protegerse consiste en el recubrimiento del cuerpo mediante una estructura dura, escudo o exoesqueleto, que puede tener composición muy diversa: hueso, carbonato cálcico, quitina u otros materiales. Los escudos rígidos o caparazones (tortugas o moluscos bivalvos) son de una o dos piezas y no ofrecen puntos débiles pero resultan muy pesados. Las corazas articuladas (pangolí o insecto bola) estan compuestas, sin embargo, por varias piezas y permiten una cierta movilidad.Los armadillos gigantes, que vivieron en Sudamérica y pasaron a Norteamérica durante el Plioceno (hace entre 5 y 2 millones de años), tenían el cuerpo totalmente acorazado, incluyendo la cabeza, las patas y la cola. Con más de dos metros de longitud y hasta dos toneladas de peso, el aspecto de estos mamíferos, ya extinguidos, era muy similar al de un Volkswagen Escarabajo. Púas, cuernos y otras estructuras acabadas en punta son otros sistemas de protección utilizados por animales y vegetales frente a posibles depredadores. Las lanzas simples o cuernos (ciervo, escarabajo, etc) suelen aparecer en los machos y tienen, en muchos casos, una función exclusivamente ornamental. El triceratops, uno de los dinosaurios más característicos del periodo Cretácico, poseía un cuerno nasal y dos en posición apical que utilizaba como medio de defensa y ostentación. Las espinas son un elemento de disuasión muy frecuente en el mundo vegetal. La rosa y el cáctus son buen ejemplo de ello. Se trata de una defensa pasiva pero muy eficaz. A menudo, las espinas recubren la totalidad del cuerpo, especialmente cuando se complementan con una superficie esférica y, en ocasiones, sirven además para inocular sustancias urticantes o venenosas. Animales como el erizo o el pez globo también adoptan esta estrategia y las lanzas o flechas de construcción humana imitan la estructura y función de estas lanzas naturales.CosmoCaixa, el Museo de la Ciencia de la Fundación ”la Caixa” en Alcobendas, Madrid, expone desde el 15 de octubre (entrada gratuita), Escudos y lanzas, un recorrido reflexivo sobre las estrategías de protección, ostentación y defensa utilizadas por los seres vivos a lo largo de la evolución. En la exposición pueden contemplarse, entre otros, ejemplares de todas las especies citadas.Exposición: Escudos y lanzas Inauguración: 15 de octubre de 2003; 19.30 horasLugar: CosmoCaixa. Pintor Velázquez s/n. 28100 Alcobendas. MadridHorario: martes a domingo de 10 a 20 horasPrecio: Entrada gratuita. Visita a CosmoCaixa: 1 - 3 eurosTeléfono información: 91 484 52 00www.fundacio.lacaixa.es