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Un Mesías accesible: música clásica al servicio de la inclusión

Intérpretes de lengua de signos durante el concierto.
Músicos tocando El Mesías de Händel con subtítulos e intérprete de lengua de signos.© Fundación "la Caixa"

Un Mesías accesible: música clásica al servicio de la inclusión

Granada

30.12.25

9 minutos de lectura
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El Auditorio Manuel de Falla de Granada acogió el pasado 20 de diciembre una versión de El Mesías de Händel diseñada para que la experiencia fuera inclusiva. Unas 400 personas con distintas necesidades de accesibilidad disfrutaron con su participación en un concierto adaptado, un proyecto piloto impulsado por la Fundación ”la Caixa” en colaboración con 22 entidades sociales y el Ayuntamiento de Granada. 

El proyecto, que nace de los ya célebres conciertos participativos que promueve la Fundación ”la Caixa”—en los que cantantes aficionados interpretan la obra del compositor alemán junto a orquestas, solistas y directores de prestigio internacional—, propone un formato de concierto relajado, inclusivo y participativo con ajustes en la duración y en la accesibilidad física y cognitiva según las necesidades de los diferentes colectivos. 

«Nuestro objetivo es acercar la música clásica a colectivos con necesidades de accesibilidad y hacerlo siempre desde la excelencia artística, como lo haríamos para cualquier sesión normativa», explica Susana Serrano, directora del Departamento de Actividades Culturales y Música de la entidad.

Susana Serrano: «Nuestro objetivo es acercar la música clásica a colectivos con necesidades de accesibilidad y hacerlo siempre desde la excelencia artística».

El proyecto se enmarca en el propósito de la Fundación ”la Caixa” de impulsar la cultura como herramienta de cohesión social, participación ciudadana y transformación comunitaria. «La Fundación lleva años comprometida con la accesibilidad desde diferentes ejes y, a la luz del Plan Estratégico 2025-2030 de la entidad, una propuesta así con públicos prioritarios adquiere más sentido que nunca», afirma Serrano.

Interior del auditorio Manuel de Falla de Granada.
Interior del auditorio Manuel de Falla de Granada durante la sesión relajada.© Fundación "la Caixa"
Asistente disfrutando del concierto.
Asistente escuchando el concierto con unos cascos.© Fundación "la Caixa"
Asistente en silla de ruedas disfrutando del concierto.
Asistente en silla de ruedas disfrutando del concierto.© Fundación "la Caixa"

El diseño del concierto fue fruto de un proceso colaborativo entre profesionales de los ámbitos artístico, educativo y técnico, junto con entidades sociales, el Ayuntamiento de la ciudad y equipos territoriales. «Nos centramos mucho en recurrir a la escucha activa y en dar valor al proceso de creación y mediación, más allá de la incuestionable belleza del concierto final», señala Serrano, que asegura que aprendieron muchísimo de las necesidades de los colectivos y a trabajar con la diversidad. «Ha sido muy enriquecedor».

Gemma Álvarez Padilla, responsable de la Agrupación de Personas Sordas de Granada y Provincia (ASOGRA), subraya que «las adaptaciones que se han hecho para este concierto marcan una diferencia entre lo que sería una accesibilidad simbólica y esta accesibilidad real en la que se cuidan todos los detalles».

Gemma Álvarez: «Las adaptaciones que se han hecho para este concierto marcan una diferencia entre lo que sería una accesibilidad simbólica y una accesibilidad real».

Para el Ayuntamiento de Granada, el proyecto también supone un punto de inflexión. «Este piloto es un paso decisivo y pionero hacia una cultura accesible para todos; una demostración práctica de que la música puede ser un espacio abierto, accesible y participativo donde todas las personas puedan sentirse protagonistas», declara Marifrán Carazo, alcaldesa de la ciudad. «El apoyo se enmarca en una estrategia cultural integradora en la que cada proyecto contribuye a construir una Granada más cohesionada, diversa y participativa, entendiendo la cultura como una herramienta de transformación social y educativa».

Accesibilidad integral: de la mediación cultural al diseño del espacio

La propuesta tenía como meta incorporar medidas de accesibilidad física, sensorial y cognitiva que cubrieran las necesidades de distintos perfiles de público: personas con trastorno del espectro autista o con discapacidad intelectual, auditiva o funcional, entre otros colectivos.

Durante los meses anteriores al concierto se llevó a cabo un proceso de mediación cultural con las entidades de la mano de pedagogos, musicoterapeutas y expertos en accesibilidad, con un total de más de 40 talleres de contextualización de la obra y anticipación de la experiencia que promovieron la participación y el bienestar emocional de los asistentes.

En palabras de la musicoterapeuta Lucía Escolano: «Acercar la música a tantos colectivos y personas con necesidades distintas fue un reto que afrontamos con muchísima motivación».

Adaptaron las sesiones a las características de cada grupo. Con las personas con trastorno del espectro autista, por ejemplo, tuvieron en cuenta si les molestaban los sonidos altos: «También trabajamos la textura, exploramos los instrumentos con el tacto y usamos pictogramas, porque con este colectivo es muy importante la anticipación de lo que va a pasar», explica.

En las entidades de personas con discapacidad intelectual, por otro lado, había grupos muy activos y autónomos con los que, según la experta, las dinámicas de movimiento funcionaban muy bien: «Nos movíamos por el espacio al ritmo de la música y jugábamos con la percusión corporal y desde la emoción».

Escolano también recuerda a una persona con parálisis cerebral severa que iba a las sesiones previas con un cuidador que la ayudaba a palpar las texturas: «Aunque no era posible la comunicación verbal, su cuerpo se expresaba, se movía al ritmo de la música, interactuaba y sonreía mucho».

Subtítulos accesibles durante el concierto.
La intérprete principal de lengua de signos durante el concierto.© Fundación "la Caixa"
Sala calma accesible para personas con trastorno del espectro autista durante el concierto.
Sala Calma accesible para facilitar el descanso de los asistentes durante el concierto.© Fundación "la Caixa"
Asistente con implante coclear atendiendo al concierto.
Persona del público con implante coclear.© Fundación "la Caixa"

El concierto del día 20 contó con intérpretes de lengua de signos, subtitulación en pantallas laterales, materiales pedagógicos adaptados, señalización clara y visible con contenidos de lectura fácil y pictogramas, y libertad de movimiento en la sala.

El Ayuntamiento de Granada, el Auditorio Manuel de Falla y la Orquesta Ciudad de Granada colaboraron, además, en la habilitación de un espacio de regulación emocional, el refuerzo y la formación del personal de sala para la atención directa de un público con necesidades diversas, la adaptación de los accesos, la adecuación del espacio, la reserva de plazas de estacionamiento para vehículos adaptados y la activación de un servicio específico de ambulancias.

Con todo este engranaje en marcha, el concierto no se limitó a eliminar barreras, sino que se convirtió en una experiencia accesible e inclusiva en la que cada persona pudo disfrutar la obra a su ritmo y desde sus propias necesidades. «El día del concierto fue superbonito ver que todos los asistentes se emocionaban y disfrutaban de la música», señala Escolano. 

El reto de adaptar un clásico

El concierto se realizó bajo la dirección del reputado director Aarón Zapico. «Que me encargaran la dirección musical fue un premio para mí, ya que me siento muy identificado con los objetivos de la iniciativa», afirma el asturiano. «A lo largo de mi trayectoria he participado en espectáculos maravillosos en sitios impresionantes, pero proyectos inclusivos como este son de lo más importante y satisfactorio que he hecho en mi vida y, realmente, espero que este trabajo sea el primer paso de algo mucho más grande».

Aaron Zapico, reputado director de orquesta y encargado de dirigir la adaptación del Mesías de Händel.
Aarón Zapico, director de orquesta encargado de dirigir la adaptación de El Mesías de Händel.© Fundación "la Caixa"

De hecho, para la Fundación, el objetivo último de la propuesta es «que impulse la implementación por todo el territorio de más proyectos dirigidos a estos colectivos que no tienen garantizado su derecho cultural», apunta Serrano.

Zapico nos recuerda que «la adaptación de estas obras magnas de la historia de la música obedece a la tradición». En tiempos de Händel ya se trabajaba con versiones más íntimas o para acontecimientos al aire libre. «Teniendo en cuenta las necesidades o características de nuestro público, era un paso completamente lógico y normal», afirma.

Aarón Zapico: «La selección final muestra toda la riqueza de la obra sin ningún tipo de merma en el disfrute del público».

Una de las principales adaptaciones que se hicieron para esta función fue la duración de la obra: «Pasamos de prácticamente 2 horas y media a 50 minutos para aprovechar la concentración del público, quedándonos con las voces más representativas de las cinco partes que componen El Mesías, que son los cuatro solistas y el coro», con alrededor de 300 cantantes amateurs. 

«La selección final muestra toda la riqueza de la obra sin ningún tipo de merma en el disfrute del público», explica el director, que tenía experiencia previa en conciertos inclusivos, pero a menudo había sentido que «faltaban recursos» para que la excelencia musical y la inclusión fueran realmente de la mano. «Que la Fundación ”la Caixa” haya impulsado este concierto con este grado de excelencia y seriedad es algo insólito y que te hace ver que sí, que realmente se puede. Se puede y se debe».

Cuando la lengua de signos se suma al coro

En ASOGRA, una entidad con 60 años de trayectoria cuya misión es mejorar la calidad de vida y el acceso a la información de las personas sordas usuarias de la lengua de signos, Gemma Álvarez asegura que «lo más enriquecedor y a la vez lo más dificultoso en lo técnico y artístico fue llevar una obra de estas características, con distintas voces, a la lengua de signos y además contar en el proceso creativo y también a la hora de interpretarla con las propias personas sordas».

Declaraciones de Gemma Álvarez Padilla, responsable de la Agrupación de Personas Sordas de Granada y Provincia (ASOGRA).© Fundación "la Caixa"

Aparte de contar con interpretación de lengua de signos, subtitulado y amplificación del sonido para quienes tenían un implante coclear o una prótesis auditiva, una de las novedades del concierto fue la participación de un pequeño coro de personas sordas.

Durante las sesiones preparatorias se analizó el contenido para adaptarlo a lengua de signos junto con una persona sorda asesora lingüística. También se trabajó sobre las partituras, seleccionando las principales líneas melódicas para trasladar la polifonía de la obra a la lengua de signos.

Violinista junto a personas sordas en las sesiones preparatorias del concierto.
Un grupo de personas sordas experimentando el sonido de un violín a través de sus vibraciones.© Fundación "la Caixa"

Además, en los talleres con musicoterapeutas, los participantes pudieron sentir la vibración de los instrumentos o descubrir por qué Händel creó esta obra. A María Antonia Delgado, usuaria de ASOGRA con sordera profunda y afición a la batucada, las sesiones preparatorias le transmitieron calma y, a la vez, emoción: «Han estado muy bien. Me encantó sentir cómo suena un violín o un trombón».

Maribel Gálvez, también usuaria de la entidad y miembro del coro, afirma que «nunca había pensado que iba a participar en un concierto con orquesta siendo una persona sorda». Y describe así todo el proceso: «Fue una experiencia brutal, sobre todo gracias a la intérprete, que tiene mucho conocimiento musical y nos supo guiar muy bien».

El acceso a la cultura, un derecho básico

Álvarez lo tiene claro: «La cultura es una herramienta muy poderosa». Las personas con necesidades de accesibilidad deben poder acceder a los espacios culturales. «Y no solo como público, sino también como protagonistas», reclama.

Según la experta, para que eso sea posible es esencial incorporar la accesibilidad desde el inicio, desde el diseño de las actividades y de los espacios culturales, como se ha hecho en esta sesión relajada de El Mesías de Händel. «Al final, la música, el arte y la poesía nos conmueven a todos y nos unen. Es un derecho que todas las personas puedan acceder en igualdad». 

Declaraciones de varios asistentes al concierto: José Manuel García Díaz, usuario de Down Granada; María Belén Fajardo, usuaria de Asociación ASPACE; y Carlos Pérez González, padre de Carlos Pérez Rebollo, usuario con autismo de Asociación Mírame.© Fundación "la Caixa"

A María Belén Fajardo, usuaria de la asociación de personas con parálisis cerebral ASPACE, el concierto le dejó una huella profunda: «Fue todo muy especial y bonito. La música, los músicos, el público… Sentí emoción, esa cosa en mi corazón que hacía mucho tiempo que no sentía».

También para José Manuel García, usuario de Down Granada, la experiencia tuvo un valor más allá de lo artístico: «Conciertos como este son fundamentales para que las personas con discapacidad podamos conseguir la inclusión social, desarrollar nuestras capacidades, tener nuestros propios derechos y ser ciudadanos de poder y de primera. Queremos más eventos así».