"Sólo quiero que mis obras alegren el corazón e inunden de luz los ojos y el alma". En 1928, Joaquim Mir (Barcelona, 1873-1940) resumía así el que fue su manifiesto como artista. El color y la luz lo significaron todo para el pintor barcelonés, cuya trayectoria personal y pictórica fue extraordinaria. Con un poder para la invención como pocos en la historia de la pintura, Mir construyó un lenguaje personal que le llevó a crear una obra sorprendentemente moderna, más allá de los movimientos artísticos con los que se le ha querido asociar tradicionalmente, como el impresionismo o el simbolismo. Su evolución artística estuvo ligada a su trayectoria vital y a los lugares donde vivió (Barcelona, Mallorca, el Camp de Tarragona, el Vallès y Vilanova i la Geltrú) y, aunque se movió entre el realismo y la abstracción, encontramos dos constantes en su producción pictórica: el establecimiento de una nueva visión de la naturaleza y la búsqueda de la belleza con un afán firme pero también doloroso. Joaquim Mir. Antológica 1873-1940, concebida y producida por la Obra Social ”la Caixa”, ha sido comisariada por Francesc Miralles, con Nadia Hernández y Olga Sauquet como comisarias adjuntas. La muestra reúne 80 obras, algunas de las cuales no se habían mostrado antes al público, procedentes de decenas de colecciones privadas, así como de museos e instituciones diversas. También presenta una selección de las filmaciones familiares amateurs realizadas por el propio Mir y cedidas para la ocasión por su hijo Josep Mir i Estalella. Queda prohibida la reproducción de las imágenes para cualquier otro fin ajeno a la difusión de la exposición.
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