Exposición: La colección de estampas de Hernando Colón (1488-1539). Coleccionismo en la era del descubrimiento

Madrid

10.06.04

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En 1492, Cristóbal Colón descubría América. Este hecho se convertiría en un símbolo de la exploración europea de otros territorios que cambiaría el mundo intelectual e imaginario de la vieja Europa. Paralelamente, la revolución tecnológica que había tenido lugar en el mundo del libro y el grabado satisfacían las aspiraciones intelectuales de una elite cultural en crecimiento. Todo esto hizo posible un nuevo tipo de coleccionismo. En este contexto cultural e intelectual se sitúa un personaje al que la historia ha pasado por alto. Se trata del hijo ilegítimo del descubridor Cristóbal Colón, Hernando, el más destacado bibliófilo y coleccionista de estampas de su tiempo. A su muerte, su biblioteca contenía más de 15.000 volúmenes y más de 3.200 estampas. El propósito de la exposición La colección de estampas de Hernando Colón (1488-1539). El coleccionismo en la era del descubrimiento es la reconstrucción parcial de la colección de estampas de este humanista, hoy desaparecida y que conocemos a través del inventario conservado en la Biblioteca Colombina de Sevilla. Los más de 100 grabados que componen la muestra y que pertenecen a la misma época que los adquiridos por Colón proceden, en su mayoría, del British Museum. También han colaborado con préstamos la British Library, el Ashmolean Museum de Oxford, la Biblioteca Colombina de Sevilla, la Biblioteca Nacional de Madrid y el Kupferstichkabinett de Berlín. La exposición está formada por piezas realizadas por los grabadores europeos más importantes de finales del siglo XV y principios del XVI, como Alberto Durero, Lucas van Leyden, Antonio Pollaiuolo o Marcantonio Raimondi.La exposición, que podrá verse del 11 de junio al 25 de julio de 2004 en la Sala de Exposiciones de la Fundación ”la Caixa” en Madrid (C/ Serrano, 60), ha sido comisariada por Mark McDonald, conservador del British Museum, institución que ha colaborado estrechamente con la Fundación para llevar a cabo esta muestra. En la Biblioteca Colombina de Sevilla se conserva un manuscrito que describe las 3.204 estampas de la colección de Hernando Colón (1488-1539), hijo de Cristóbal Colón. No obstante, Hernando Colón es hoy más conocido por la biografía de su padre, Historia del almirante, que escribió hacia el fin de su vida, y también por su excepcional biblioteca, posiblemente la más grande de Europa de carácter privado. La colección de estampas, en su momento, formó parte de dicha biblioteca. La mayoría de las estampas y de los libros han desaparecido; lo que ha llegado hasta nosotros es una serie de inventarios cuidadosamente diseñados y elaborados que constituyen la primera clasificación sistemática de libros y estampas. El manuscrito que describe las estampas es el único inventario conocido de una colección de estampas de la primera mitad del siglo XVI, época en que la producción y el coleccionismo de estampas se hallaban todavía en sus inicios.El grabado durante el Renacimiento Durante el Renacimiento el grabado se convirtió en un arte capaz de crear imágenes de una gran complejidad, dentro de sofisticados esquemas pictóricos y con un alto grado de detallismo. El auge del grabado coincidió con los nuevos planteamientos desarrollados en el resto de las artes visuales: la preocupación por el virtuosismo técnico y las nuevas formas de representación del mundo. Como parte del movimiento renacentista europeo del siglo XV, el grabado alcanzó una gran popularidad entre los artistas más importantes del momento, quienes vieron en él, sobre todo, la posibilidad de reproducir sus dibujos. Del mismo modo, el desarrollo de las técnicas de impresión y la importancia cada vez mayor del libro impreso tuvieron un impacto enorme sobre lo que se podía leer y ver en toda Europa al mismo tiempo.Durante el siglo XVI, el arte del buril estuvo dominado por dos grandes artistas: Alberto Durero, en el norte, y Marcantonio Raimondi, en Italia. Durero no sólo perfeccionó esta técnica y amplió su temática, sino que la convirtió en una forma de arte independiente. Marcantonio Raimondi debe ser considerado como el primer "grabador de reproducción" y fue sobre todo conocido por colaborar con Rafael grabando láminas según sus dibujos, pinturas al fresco y óleos, lo que contribuyó a dar a conocer el estilo de Rafael dentro y fuera de Italia. La adquisición de estampas Como consejero y acompañante de Carlos V, Hernando Colón se movió a sus anchas por los centros de poder y discusión intelectual de su tiempo, y destacan sus contactos con el humanista Erasmo. Sus viajes europeos en el séquito del emperador le facilitaron la adquisición de su extraordinaria colección. En contraposición a su padre, protagonista y organizador de las más grandes expediciones de su época, Hernando Colón, otro tipo de hombre del Renacimiento, dedicó su vida a los libros y las estampas, a reunirlos y albergarlos en la biblioteca que fundó en Sevilla.Las prácticas coleccionistas de Hernando Colón parecen seguir el modelo de los humanistas italianos. Durante los años que pasó en Roma, a partir de 1512, el humanismo estaba en pleno auge y la industria editorial publicaba cientos de nuevos títulos cada año sobre todo tipo de materias. Colón canalizó su vocación humanista mediante la adquisición de un gran número de manuscritos y libros de autores clásicos. El enorme desarrollo que adquirió la industria del grabado en Italia durante las primeras décadas del siglo XVI no tuvo parangón. Parece ser que no se hacía distinción entre una pintura bien ejecutada y un grabado igualmente bien realizado. El prestigio del que gozaban los grabadores en Italia durante el periodo que Colón permaneció allí y la circunstancia de que se trataba de una industria creativa en pleno desarrollo y que gozaba de prestigio público sin duda debieron de actuar como estímulo para que Colón se decidiera a formar su propia colección de estampas.A Hernando Colón le preocupaba encontrar un sistema con el que ir aumentando progresivamente su biblioteca y, con este fin, fue estableciendo una red de contactos con libreros de toda Europa, ante los que tenía cuenta abierta, que le irían remitiendo sus libros. En su testamento se hace referencia a estos libreros, que le solían servir los pedidos de manera regular. Estaban localizados en Roma, Venecia, Nuremberg, Amberes, Lyon y París.En cuanto al origen de las estampas de la colección, el porcentaje nos muestra un abrupto contraste, pues las estampas de la escuela alemana (entre las que se incluyen las suizas) representan alrededor del 70 % del total, mientras que las italianas y las holandesas se sitúan en torno al 20 y el 10 %, respectivamente. De todas ellas, el 60 % eran de temática religiosa. También aparecen muchos retratos, la mayoría de personas de la realeza o grandes aristócratas. A pesar del auge de los grabados de temática clásica, resulta sorprendente que tan pocos de ellos aparezcan descritos en el inventario de la colección.El inventario de la colección de Hernando Colón Otra de las peculiaridades de la colección de Hernando Colón es la serie de inventarios cuidadosamente elaborados. Las reglas de clasificación concebidas por Colón respondían a sus necesidades de catalogación. No obstante, surgieron a partir de los sistemas culturales e intelectuales que la sociedad de su tiempo tenía a su disposición para ordenar y medir el universo.La clave para comprender las estrategias implícitas en su inventario se encuentra en la formación humanista de Hernando Colón. Su educación, que se inició en la corte de Isabel y Fernando, se completó posteriormente en Roma y los Países Bajos. Los sistemas de clasificación diseñados por Colón para catalogar y acceder a sus colecciones son únicos y se anticipan a cualquier otro intento de organizar sistemáticamente una colección con cierto grado de rigor. El hilo conductor que liga todos sus inventarios es el propósito de ordenar las colecciones y hacer accesible su contenido. En el caso de los inventarios de libros, es relativamente fácil identificar las obras, porque se proporciona el título y el nombre del autor, y existen otros ejemplares en diferentes bibliotecas de todo el mundo. Pero en el inventario de estampas raramente se anota el nombre del grabador, y su clasificación se basa enteramente en el tamaño de la estampa, el tema grosso modo y el número de figuras o elementos de la imagen.Aunque este sistema de clasificación puede parecer anticuado, de su utilidad da cuenta el hecho de que no hubiese una sola imagen repetida. En el inventario, las estampas se describen de un modo utilitario. Primero se distinguen de acuerdo con el formato, después según el tema. La tercera categoría es el número de elementos y personajes que aparecen en la imagen, por ejemplo: "6 santos" o "3 perros". Tras un número mayor de quince, se aplica "muchos". El cuarto criterio es si los personajes están vestidos o desnudos. Un encabezamiento completo tomado del inventario podría ser el siguiente: "Pliego de 8 santos vestidos". A continuación de este encabezamiento se describirían las estampas que concordasen con dicha clase.La colección de estampas de Hernando Colón (1488-1539). Coleccionismo en la era del descubrimiento Inauguración: jueves, 10 de junio de 2004 a las 20.00 hLugar: Sala de Exposiciones de la Fundación ”la Caixa”C/ Serrano, 60 (Madrid)Teléfono de Información: 902 22 30 40Horario: de lunes a sábado, de 11.00 a 20.00 h; domingos y festivos, de 11.00 a 14.30 h; martes, cerradoEntrada gratuita www.fundacion.lacaixa.es