Exposición: Dalí. Cultura de masas

Barcelona

04.02.04

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"¿Sufre usted tristeza intelectual ‘periódica'? ¿Depresión estética, fatiga, aversión hacia la vida, depresión maníaca, mediocridad congénita, imbecilidad gelatinosa, piedras de diamante en los riñones, impotencia o frigidez? Tome Dalinal, la chispa artificial que logrará estimular su ánimo de nuevo." Estas palabras acompañaban un anuncio de un falso medicamento (Dalinal) que ilustraba las páginas de Dali News, el diario que Dalí inventó, dirigió y editó como autopromoción de su obra y de su persona. Pero la relación de Dalí con la cultura popular fue mucho más allá de este mero atrevimiento. Fascinado por los faros niquelados de los automóviles Isotta Fraschini, los noticiarios de la Fox, el mudo Harpo Marx, el sofá-labios de Mae West, los maniquíes, los gramófonos y los bailadores de back-bottom, Dalí convirtió en estímulos para la imaginación creativa las tensiones generadas entre dos concepciones aparentemente dispares: la gran tradición europea (la ‘alta' cultura) y la cultura popular fabricada industrialmente (la ‘baja' cultura). Con motivo del Año Dalí y en colaboración con la Fundación Gala-Salvador Dalí, la Fundación ”la Caixa” presenta en CaixaForum la exposición Dalí. Cultura de masas, que analiza por primera vez con detenimiento las relaciones que el pintor y escritor mantuvo con la cultura de masas a partir de más de 400 obras, entre óleos, acuarelas, dibujos, documentos, anuncios, películas, diseños y objetos variopintos, ordenados en ocho apartados. Como novedad y coincidiendo con la inauguración, CaixaForum acogerá, por primera vez en España, el pase de la película Destino, un encargo de Disney que la misma gran fábrica de los dibujos animados nunca llevó a la gran pantalla. La exposición Dalí. Cultura de masas, comisariada por Fèlix Fanés, se podrá visitar en CaixaForum (av. del Marquès de Comillas, 6-8), del 6 de febrero al 23 de mayo de 2004. La muestra viajará posteriormente al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid), donde podrá verse entre junio y agosto de 2004. Parte de la exposición podrá verse también en el Dalí Museum de Saint Petersburg (Florida, EEUU) y el Museo Boymans (Rotterdam), ciudades a las que viajará entre octubre de 2004 y enero de 2005 (Saint Petersburg) y entre febrero y mayo de 2005 (Museo Boymans). Parte de las obras de la exposición proceden de estas tres importantes colecciones. La muestra ha contado también con la colaboración de otros importantes prestadores, como el MoMA y el Metropolitan (Nueva York) y el Centro Georges Pompidou (París), así como de varias colecciones privadas (entre ellas, los Estudios Disney). La muestra ha sido producida por la Fundación ”la Caixa” y coorganizada en colaboración con la Fundación Gala-Salvador Dalí ."Si hasta ahora Dalí ha sido ampliamente estudiado como pintor y como escritor, los vínculos que mantuvo a lo largo de su vida con ‘la otra' cultura merecen también una visión de conjunto que permita entender la complejidad, la riqueza y la novedad de los mismos". Son palabras de Fèlix Fanés, comisario de esta exposición que constituye uno de los actos centrales del Año Dalí, que conmemora el centenario del nacimiento de Salvador Dalí (1904-1989). Dalí. Cultura de masas analiza las relaciones del genial artista con la cultura industrial, su manera de entender el arte y la complejidad de la época moderna. Son tres los niveles expositivos: la representación en la obra de Dalí de ‘temas' propios de la cultura popular (inclusión de una botella de Coca-Cola en Poesía de América, 1943); la transformación de la pintura bajo el influjo de las técnicas de reproducción seriada (collage, performances), y la intervención de forma directa en la cultura popular mediante el diseño de productos de encargo (moda, cine, publicidad). Estos tres niveles se explican a partir de ocho ámbitos diferentes: 1. Vida moderna. Arte. Antiarte. Una aproximación a la manera en que Dalí concebía el arte (la teoría antiartística), su relación con diversos aspectos de la cultura contemporánea y el elogio del objeto.2. El Ángelus. El mito trágico. Las especulaciones de Dalí a partir del cuadro El Ángelus (1859), de Jean-François Millet. Se trata de las ‘variaciones' que realizó a través de pinturas y escritos.3. Hollywood: lugar de peregrinaje. La participación de Dalí en películas de vanguardia y su relación, casi siempre frustrada, con la industria cinematográfica: Buñuel, Hitchcock, Disney... Por primera vez se muestran los óleos, las acuarelas y las pinturas que hizo para el proyecto Destino.4. Sueño de Venus. La intervención del pintor en la Exposición Universal de Nueva York de 1939, un pabellón a medio camino entre un objeto surrealista y la típica casa encantada de las ferias populares.5. Fiat modes, pereat ars. Este apartado está dedicado al diseño, tomando como hilo conductor la moda: vestidos, perfumes, anuncios publicitarios...6. Documentos fotográficos. Una exposición de fotografías no efectuadas por Dalí, sino por artistas de renombre como Man Ray, Brassaï y Philippe Halsman, cuyas ‘puestas en escena' fueron inventadas por el artista ampurdanés.7. Dali news. Las intervenciones de Dalí en la prensa: Vogue, American Weekly... 8. Epílogo. Los dos screens tests que Warhol hizo de Dalí a mediados de los sesenta. Vida moderna. Arte. Antiarte Junto a Lluís Montanyà y Sebastià Gasch, Salvador Dalí publicó en 1928 el Manifest groc (Manifest antiartístic català), que provocó muchas reacciones en contra y fue tildado de futurista, pasado de moda. El artista adoptaba así una nueva teoría estética ("antiartística" en boca suya), influido por las ideas de la revista francesa L'Esprit Nouveau y de Le Corbusier. La manera de mirar dependía de "un ojo anestésico", "carente de pestañas", un ojo similar al objetivo de la cámara fotográfica Zeiss, es decir, próximo a una máquina. De ello da cuenta este primer apartado que, a modo de pórtico conceptual, nos introduce en el recorrido de la exposición trazando los temas clave de la obra de Dalí con relación a la cultura contemporánea: el entusiasmo por los objetos de consumo masivo, el elogio del objeto, la fusión entre la ‘alta' y la ‘baja' cultura... El juego de desplazamientos se hace patente en el óleo Poesía de América (1943): en un contexto italianizante (el modelo compositivo proviene de una obra de Rafael), aparece una botella de Coca-Cola, casi veinte años antes de que la introdujeran en su obra Robert Rauschenberg y Andy Warhol. Las más de setenta piezas que integran este primer apartado demuestran el interés de Dalí por la nueva cultura industrial: la publicidad, el cine, la fotografía, el deporte, el jazz, la aeronáutica, el gramófono, los diarios, la ciencia... Asimismo, se muestran obras de influencia cubista, carteles surrealistas e ilustraciones para cuentos, libros y diarios. El Ángelus. El mito trágico Este apartado muestra, a partir de unas cuarenta piezas, las especulaciones de Dalí a partir de una imagen perteneciente tanto a la ‘alta' cultura como a la cultura popular: las ‘variaciones' (pintadas y escritas) que el artista realizó a partir del cuadro de El Ángelus (1859), de Jean-François Millet. El interés de Dalí hacia esta obra refleja su afán por desdibujar la frontera entre la obra original y la reproducción seriada, así como su inclinación por lo anacrónico, es decir, pasado de moda, extravagante e insólito. No en vano, y pese a estar anticuada, la obra religiosa El Ángelus gozaba de gran popularidad y, al igual que la Santa Cena de Leonardo, fue reproducida hasta la saciedad mediante copias pintadas, esculpidas e impresiones mecánicas que se propagaban por todas partes (hogares, iglesias, colegios, hospitales), a veces adheridas a los objetos más sorprendentes (cajas de música, platos, tapicerías, molinillos de café). Dalí, quien al igual que Gala fue un coleccionista obsesivo, hablaba en términos de "estereotipación obsesiva" en referencia a la obra de Millet. Este apartado no sólo reúne las diversas ‘copias' que Dalí realizó de El Ángelus, sino todas aquellas piezas relacionadas con la obra que el artista llegó a coleccionar: chistes, anuncios, objetos variopintos... Hollywood: lugar de peregrinaje La dura Greta Garbo, la insufrible niña prodigio Shirley Temple, la sexualizada Mae West... Dalí pronto comprendió que, para convertirse en alimento de las masas, no podía rehuir uno de los medios que incidían más directamente en el público: el cine. Este apartado reúne un centenar de objetos y obras, como el Sofá-labios que creó inspirándose en el rostro de Mae West, y documentos de Un chien andalou y L'Âge d'or, ambas películas de 1929, cuyo guión escribió Dalí junto a Luis Buñuel. Asimismo, este ámbito plasma las intervenciones directas del artista en el cine hollywoodiense: el guión que escribió para un filme con los hermanos Marx que nunca se llegó a rodar, así como dibujos de Harpo Marx; carteles de Babaouo, película que siempre quiso sin éxito llevar a la gran pantalla; la secuencia de una embriaguez para la película de la Fox Moontide, que nunca fue utilizada; la colaboración con Hitchcock en Spellbound, una de las primeras cintas americanas en que el psicoanálisis era el tema principal, para la que Dalí debía construir una secuencia onírica que en la versión definitiva quedó reducida a dos minutos y cuarenta y nueve segundos; la colaboración con Disney, que le encargó un episodio de seis minutos a partir de la canción del mexicano Armando Domínguez bajo el título de Destino y que, a la vista de los únicos 15 segundos que se llegaron a filmar, Disney decidió no acabar; y la colaboración con Alexander Korda en el cartel de promoción de la película Richard III (1955), en el que pintó al actor Laurence Olivier bajo dos rostros: el traidor que se oculta bajo la imagen del torturado monarca inglés. Funcional por necesidad, la máquina cinematográfica disponía de poco margen para digerir el torrente creativo del artista.Sueño de Venus A partir de unas cuarenta obras (la mayoría, fotografías), este apartado reconstruye la intervención de Dalí en la zona de diversión de la Exposición Universal de Nueva York en 1939: un pabellón a medio camino entre un objeto surrealista y una casa encantada típica de una feria popular. El objetivo era dramatizar la "inexpugnable sustancia onírica de Venus", es decir, poner en escena sus sueños, a partir de sirenas, cadavres exquis, objetos surrealistas, maniquíes... Para ello, recibió la colaboración de Horst P. Horst y Georges Platt Lynes, dos reputados fotógrafos que le ayudaron a plasmar sus ideas sobre vestuario. Esta Surrealistic House contaba con diversas estancias: en la parte ‘seca', una cama cubierta de satén rojo de diez metros de largo sobre la que una chica representaba el papel de Venus mientras soñaba; a su lado, una chica acallaba al público para que no despertaran a la diosa, a la par que un espejo enorme redoblaba la imagen; en la parte ‘húmeda', se representaba un sueño de agua. Las ideas de Dalí pronto chocaron con los intereses del patrocinador, W.M. Gardner, un fabricante de caucho que deseaba ganar dinero y publicitar sus productos. Como resultado de las disputas, el artista publicó una hoja volante bajo el título Declaración de la independencia de la imaginación y de los derechos del hombre a su propia locura para protestar contra la decisión del comité directivo de la Exposición Universal, que le prohibió exhibir en la fachada una reproducción de la Venus de Botticelli como una sirena invertida (cabeza de pez y piernas y pies de mujer) , una idea inspirada en Magritte que Gardner consideraba aberrante. Fiat modes, pereat ars El quinto ámbito está dedicado al diseño, tomando como hilo conductor la moda y a partir de unas noventa piezas artísticas. Del diseño de ropas y vestidos se pasa al de perfumes y a la publicidad de medias, lápices de labio, tejidos, etcétera. Fascinado por los escaparates, las revistas de moda y los maniquíes, Dalí ya mencionaba en sus primeros escritos aquellos seres "sensuales" y "mecánicos" desplegados en la "fastuosidad eléctrica de los escaparates". De todos los couturiers (modistos de alta costura) de la época, Elsa Schiaparelli fue la más cercana a los surrealistas. Trabajó con Magritte, Louis Aragon y, cómo no, con Dalí. Juntos crearon sombreros-zapato, sombreros-tintero, vestido-langosta, vestidos-esqueleto y un interesante conjunto de chaqueta y falda con cajones, en referencia a la creencia de Dalí que el cuerpo de la mujer era "desmontable", permitiendo que cada pieza pudiera ser mostrada por separado. Esta concepción llevó al artista a crear obras como El escritorio antropomorfo o la Venus de Milo con cajones (ambas de 1936), en que la mujer es transformada en una especie de mueble palpitante, y a ‘deformar' el cuerpo a partir de pechos desplegables, cabezas de rosas, excrecencias dorsales en forma de cola de bacalao... Más allá de las colaboraciones con Schiaparelli, Dalí diseñó tejidos para Winsley Simpson (1944), cortinas para Sterling (1949), alfombras para Mohawk (1952) y corbatas para McCurrach (1944). También realizó anuncios para campañas publicitarias, como los de las medias Bryans (entre 1944 y 1947), así como carátulas para discos, etiquetas de botellas de coñac, portadas de libros... A la par que trabajaba para el commercial art más se alejaba del mismo, diseñando objetos muy complejos, como un estuche en forma de pájaro que era a la vez pintalabios, polvorera y cajita de píldoras (Bird in Hand, 1950). Documentos fotográficos Este apartado reúne unas cuarenta fotografías de conocidos fotógrafos, como Man Ray, Brassaï y Philippe Halsman. La peculiaridad de estas imágenes es que fue Dalí quien se encargó de la ‘puesta en escena', es decir, las ‘imaginó' para que ‘técnicamente' las plasmará un artista. La colaboración más importante con Man Ray fue la de 1933, cuando la revista Minotaure, siguiendo el consejo de Duchamp, envió al fotógrafo a Cadaqués y Barcelona para ilustrar el artículo de Dalí De la beauté terrifiante et comestible de l'architecture Modern Style. Bajo la batuta del pintor, Man Ray fotografió las formaciones geológicas del cabo de Creus y algunos edificios de Gaudí (la Pedrera, el Parque Güell), estableciendo una verosimilitud entre el trabajo de la naturaleza y el del arquitecto. El artículo iba acompañado también por unas fotografías de Brassaï. Este apartado también reúne los tableaux vivants que Dalí empezó a crear a partir de los años cuarenta junto al fotógrafo Philippe Halsman, conocido por sus portadas para Life: Dalí Atomicus (1948) y Dalí y la calavera (1951). "Cada vez que a Dalí se le ocurría una fotografía curiosa, difícil de realizar, yo hacía un esfuerzo para hallar una solución", explicaba Halsman. Dalí news Unos treinta documentos nos acercan a las múltiples intervenciones de Dalí en la prensa: desde las portadas para la sofisticada Vogue hasta cartoons para la sofisticada American Weekly; desde la edición de su propio diario, los Dali News, hasta el ‘retoque' de portadas o páginas interiores de diarios. Dalí utilizó la prensa a lo largo de toda su trayectoria en dos direcciones: como instrumento de autopromoción y como plataforma para desarrollar unos determinados lenguajes visuales adecuados al medio. A finales de 1934, firmó un contrato con William Randolph Hearst para colaborar con la revista American Weekly, que se publicaba los domingos y tenía una tirada de unos seis millones de ejemplares. En los años cuarenta, colaboró con la revista Vogue, realizando varias portadas. Unos años después, decidió editar su propio diario, el Dali News (juego de palabras a partir del Daily News de Nueva York). "Puesto que en los periódicos es necesario tratar tantas cosas diferentes... en esta ocasión decidí escribir todo lo que me gustaría leer en los diarios acerca de mí", declaró Dalí con relación a este periódico del que sólo salieron a la calle dos números (noviembre de 1945 y de 1947), coincidiendo con sendas exposiciones del pintor en la Bignou Gallery de Nueva York, bajo el formato de diario popular con grandes titulares a ocho columnas y ampliamente ilustrado. Sólo se hablaba del artista: los ballets de Dalí, las películas de Dalí, las pinturas de Dalí... El interés de Dalí por la prensa escrita tomó un nuevo derrotero: la ‘desviación' de la imagen de su sentido original. Desde principios de los cuarenta, el pintor retocó (con pintura al temple, lápices de colores y bolígrafos) portadas de revistas, páginas de diarios, tipografías... con la finalidad de alterar la noticia periodística para crear algo diferente. Solía escoger publicaciones de gran tirada: Vogue, Life, Paris-Match, Pour Vous, etcétera. Epílogo En las décadas de los años cincuenta y sesenta, varios artistas manifestaron su admiración por Dalí y su obra: James Rosenquist, Roy Lichtenstein, Andy Warhol. En el caso de Warhol, la relación fue más allá del mero homenaje: realizó dos screen tests (1965 y 1966) del artista catalán. Warhol tenía la costumbre de ‘retratar' cinematográficamente a aquellas personalidades que pasaban por su estudio. Eran como fotos de carné de identidad realizadas con una película de 16 mm, sin sonido, de unos tres a cinco minutos de duración. En ambas ocasiones, Warhol retrató a Dalí boca abajo. Estas imágenes fueron proyectadas en las paredes de la Factory. Eran parte de las famosas noches de Nueva York: Dalí, música de The Velvet Underground... Junto a los dos screen tests, este apartado muestra en una fotografía de época de David McCabe a Dalí y Warhol, juntos, en el Hotel St. Regis de Nueva York en 1964. Dalí. Cultura de masasDel 6 de febrero al 23 de mayo de 2004 Inauguración: 5 de febrero, a las 20 horasCaixaForum Av. Marquès de Comillas, 6-808038 BarcelonaHorario: De martes a domingo y festivos, de 10 a 20 hLunes cerrado, excepto festivosEntrada gratuita Más información: www.fundacio.lacaixa.es/daliculturademasas