"Dibujo tumbada, arrastrándome, acurrucándome, con tiza negra; bailo sobre papel blanco y al final me lavo quitándome el polvo del cuerpo." Miriam Cahn (Basilea, 1949) inició su carrera artística en los años sesenta con una serie de dibujos en blanco y negro, afirmando así su concepción del dibujo como obra en sí misma y no como boceto para la pintura al óleo. Sus obras están hoy presentes en docenas de museos de todo el mundo. Con motivo de ARCO'03, que este año tiene a Suiza como país invitado, la Fundación ”la Caixa” presenta en su Sala de Exposiciones de Madrid unos 200 dibujos, óleos y fotografías de la artista suiza, cuya obra es inédita en España. El mundo de la guerra, el silencio, el cuerpo como sujeto de violencia, la relación íntima entre lo natural y lo humano, el animal y la mujer aparecen constantemente reflejados en sus obras, cuyos colores (naranjas y amarillos flameantes, azules espectrales, verdes luminosos) recuerdan el estallido de una bomba retransmitido por televisión. No en vano sus figuras, dibujadas casi siempre "a vista de piloto de bombardeo", parecen surgidas de un holocausto nuclear. "El trabajo arte' es mejor que el trabajo guerra", ha reiterado Cahn tras guerras como la del Golfo, los Balcanes y Ruanda. La presente exposición, concebida y diseñada enteramente por la propia artista, refleja las etapas más importantes de la trayectoria de Cahn, que ella no ordena cronológicamente, sino que las interrelaciona con el fin de obtener un todo unitario. La exposición Miriam Cahn, organizada y producida por la Fundación ”la Caixa”, se podrá visitar en la Sala de Exposiciones de la Fundación ”la Caixa” de Madrid (Serrano, 60), del 11 de febrero al 20 de abril de 2003.Miriam Cahn ha ocupado' el espacio central de la Sala de Exposiciones de la Fundación ”la Caixa” en Madrid con dibujos a tiza realizados entre 1981 y 1990, obligando a los espectadores a moverse entre las obras y a perder la visión de conjunto. Barco femenino es el dibujo de mayores dimensiones (6,50 m x 4,75 m), y determina el espacio, que se completa con una cama y una serie que presenta mujeres y niños, plantas, paisajes, el World Trade Center, una plataforma petrolífera, etcétera. Todo ello desemboca en un segundo ámbito, estrecho y bajo, titulado Sarajevo, que reúne dibujos pequeños a tiza, lápiz, carboncillo y pigmentos que coinciden en el tiempo con la Guerra de los Balcanes y que conducen a Final de dibujo, siguiente y último ámbito de la exposición, todavía más pequeño que el anterior, el cual presenta una serie de dibujos realizados en 1996 y ordenados cronológicamente por meses. En las obras de Cahn siempre aparecen representadas las mismas imágenes: mujeres, hombres, niños, animales, plantas, paisajes, objetos, edificios y artefactos de guerra, frecuentemente dibujados a vista de pájaro o, en palabras de la artista, "a vista de piloto de bombardeo", y que parecen salidos de un holocausto nuclear. En este sentido, la exposición refleja un importante punto de inflexión en la trayectoria artística de Cahn. Si antes de enero de 1991 los motivos de acento masculino aparecían en sus obras separados de los femeninos, la Guerra del Golfo se revela para Cahn como un "nuevo desorden", propiciando unas obras donde confluyen lo masculino y lo femenino y donde se alimenta la duda y se busca el equívoco: junto a los hombres soldados hay mujeres guerreras; a los cuerpos masculinos se les dota de rostros con rasgos femeninos; la mona se convierte en animal pensante, y lo humano recibe una lectura enteramente vegetal. No obstante, la mujer es uno de los motivos centrales de sus obras: ya sea como soldado o herida, recostada, corriendo, llorando... siempre rodeada de una especie de halo luminoso fruto del resplandor de las bombas. Son imágenes de bellos colores luminosos y de aspecto fantasmagórico, con los genitales expuestos, enormes pechos y una mirada que parece vacía. Junto a demás figuras humanas, retratos, paisajes y animales, ocupan a modo de instalación los tres ámbitos de la exposición desde una perspectiva femenina. "Me concentro en analizarme a mí misma y soy una mujer", enfatiza Miriam Cahn."Pintar sigue siendo lo mismo que dibujar: una historia de una vez. No me interesa andar retocando y mejorando', sino la concentración en poco tiempo." Son palabras de Cahn, cuyas obras han sido tachadas en algunas ocasiones de inacabadas'. Más allá de las críticas, la artista ha logrado eludir la barrera entre los géneros: la obra gráfica ya no es obra menor sino la mayor. Cahn ha recorrido el camino inverso: en vez de ir del boceto a la pintura, ahora es el boceto (el dibujo) el que adquiere entidad como obra de arte completa. En los últimos años, la artista ha incorporado en sus obras la fotografía, que combina con diferentes técnicas. Frecuentemente, se trata de imágenes desenfocadas. El resultado final no es ni óleo ni fotografía, sino que crea una tensión entre ambos medios. Todo ello queda reflejado en la presente exposición. Miriam Cahn Del 11 de febrero al 20 de abril de 2003Sala de Exposiciones de la Fundación ”la Caixa” Calle Serrano, 60MadridHorario: De lunes a sábado, de 11.00 a 20.00 horasDomingos y festivos, de 11.00 a 14.30 horasMartes, cerradoEntrada gratuita www.fundacio.lacaixa.es
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