A partir de 1915, Kazimir Malevich revolucionó la forma de mirar el arte con sus lienzos geométrico abstractos en los que se incluía el famoso cuadrado negro y sus pinturas blancas. El espíritu innovador que caracterizó a este artista ruso abrió nuevos caminos de expresión que se convirtieron en referencia fundamental para la comprensión de la historia del arte del siglo XX. La exposición Malevich y el cine, organizada por la Fundación ”la Caixa” y el Centro Cultural de Belém, refleja la trayectoria del movimiento suprematista, que contribuyó a una reflexión profunda de la creación artística, en especial la experiencia espacial, la fotografía y el cine. La muestra reúne unas 125 obras de una treintena de artistas rusos y de otros países, tanto coetáneos como posteriores a Malevich, cuyo rasgo en común es el deseo de escapar de la prisión' del canon moderno y abrir nuevos caminos: Malevich, El Lissitzky, Hans Richter, Aleksandr Rodchenko, Robert Rauschenberg, Sol LeWitt, Piero Manzoni, Allan McCollum, Yves Klein y Richard Serra, entre otros. Asimismo, se exhibe material gráfico anónimo: carteles, álbumes fotográficos, portadas de revistas y escenas de filmaciones de películas en blanco y negro de Sergei Eisenstein y Dziga Vertov. Las obras proceden de varias instituciones, como el Archivo Estatal Ruso de Literatura y Arte, la Galería Estatal Tretiakov, el Getty Research Institute, etcétera. La exposición Malevich y el cine, cuya comisaria es Margarita Tupitsyn, se podrá visitar en la Sala de Exposiciones de la Fundación ”la Caixa” de Madrid (Serrano, 60), del 13 de noviembre de 2002 al 12 de enero de 2003.La influencia de Kazimir Malevich (Kiev, 1878-Leningrado, 1935) en el arte moderno es universalmente reconocida pero poco reflejada en exposiciones. El pintor y diseñador ruso es aclamado por inventar el suprematismo (1915), un estilo geométrico abstracto que fue continuado y desarrollado por varios artistas. Sus trabajos figurativos postsuprematistas creados a partir de finales de los años veinte todavía generan polémica, pues durante mucho tiempo han sido interpretados como un cambio de dirección en su carrera a causa de la crítica cada vez más intensa del arte abstracto por parte del aparato del Estado soviético. La exposición Malevich y el cine refleja cómo el abandono de la abstracción hacia 1928 y su subsiguiente creación de obras figurativas están relacionados con sus escritos sobre el cine contemporáneo soviético, en general, y con los directores de cine Dziga Vertov y Sergei Eisenstein, entre otros. "Es necesario estudiar los modos de representación pictórica porque, en cualquier caso, la influencia de la pintura sobre la composición del fotograma cinematográfico y sobre la presentación de los temas de las películas sigue actuando como un efecto de cuadro de caballete", escribió Malevich en un artículo publicado en 1929 en la revista Cine y cultura bajo el título Leyes pictóricas en los problemas cinematográficos. Un ejemplar de dicha revista forma parte de las obras y los objetos que reúne en Madrid la exposición, entre los que se encuentran óleos, dibujos, litografías, impresiones tipográficas, esculturas, diseños, películas, escenas de filmaciones, álbumes de fotografías, cartas, manuscritos y material gráfico anónimo. El discurso expositivo está articulado a partir de tres apartados centrales: en primer lugar, se exhibe una serie de obras de Malevich y de otros artistas coetáneos; a continuación, se reúnen una serie de carteles y material gráfico de películas de la década de los años veinte, y, finalmente, se muestran obras de artistas posteriores a la Segunda Guerra Mundial.El recorrido por la exposición comienza con un conjunto de pinturas y diseños de Malevich y sus compañeros suprematistas, con especial énfasis en las películas soviéticas en blanco y negro de la década de los años veinte. A continuación, se proyectan películas de Vertov y Eisenstein, acompañadas de artículos de Malevich. Seguidamente, se exhiben las obras figurativas del pintor y diseñador ruso, creadas a finales de los años veinte y principios de los treinta, que plasman la fascinación que sentía el artista por el cine y, en particular, por la capacidad de las películas para establecer una síntesis entre lo abstracto y lo real. Este primer apartado reúne una cincuentena de óleos y dibujos de Malevich, además de escritos suyos como una carta a Eisenstein fechada en 1928, así como obras de los artistas coetáneos Ilya Chashnik, Aleksei Gan, Gustav Klutsis, Lev Kuleshov, Anton Lavinsky, Anna Leporskaya, El Lissitzky, Hans Richter, Aleksandr Rodchenko, Iakov Ruklevskii, Vladimir y Georgii Stenberg, Nikolai Suetin y Mikhail Veksler.En segundo lugar, se reúne una galería de carteles de películas de la época, como La huelga (1925), El acorazado Potemkin (1926) y Octubre (1928), todas ellas de Sergei Eisenstein; Año once (1928), de Dziga Vertov, y Los niños de la tormenta (1926), de Fridrij Ermler, entre otras películas. Por otro lado, se exhibe numeroso material gráfico anónimo, como portadas de revistas cinematográficas, escenas de filmaciones y álbumes fotográficos. La exposición culmina con una selección de obras de artistas de la segunda mitad del siglo XX que comparten con Malevich el deseo de escapar del canon modernista a través de las formas cinemáticas' de figuración. Entre estos artistas se encuentran Josef Albers, Art & Language, Eric Bulatov, Ilya Kabakov, On Kawara, Yves Klein, Vitaly Komar y Aleksandr Melamid, Sol LeWitt, Piero Manzoni, Allan McCollum, Alex Hay, Steve Paxton y Robert Rauschenberg, Richard Serra, Leonid Sokov y Oleg Vassiliev. Malevich y el cine Del 13 de noviembre de 2002 al 12 de enero de 2003Sala de Exposiciones de la Fundación ”la Caixa”Calle Serrano, 60MadridTeléfono: 902 22 30 40Horario:De lunes a sábado, de 11.00 a 20.00 hDomingos y festivos, de 11.00 a 14.30 hMartes, cerradoEntrada gratuitawww.fundacio.lacaixa.es
Recursos disponibles