La pieza protagonista de la exposición «Mamut. El gigante de la edad de hielo».
Esqueleto fosilizado de mamut siberiano.
 © Fundación ”la Caixa”

Sala Universo

Barcelona

02.09.25

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La emblemática sala permanente del Museo de la Ciencia CosmoCaixa incorporará esta temporada un fósil de mamut y renovará algunos elementos para aprender sobre las leyes de la física o el Sol. 

Mamut. Tras su paso por diversos CaixaForum, CosmoCaixa será la nueva y definitiva casa de un esqueleto fosilizado de mamut siberiano de 6 metros de largo y 3,5 metros de alto en muy buen estado de conservación. Este fósil permitirá reflexionar sobre cómo era y dónde habitaba este fascinante animal característico de la Edad de Hielo que apareció en la Tierra hace cinco millones de años y se extinguió hace algo más de cuatro milenios. 

Tornado. La Sala Universo renueva el interactivo sobre tornados, que permite conocer más sobre la ley de la dinámica de fluidos. Los visitantes podrán descubrir por qué son tan peligrosas estas columnas de aire que se forman cuando el aire húmedo sube a gran velocidad y origina una gran diferencia de presión entre el centro y la periferia de la columna. 

Sol. Una instalación de realidad aumentada permitirá ver el Sol y conocer en detalle diferentes procesos de esta estrella poco conocidos por el gran público, como las reacciones de fusión nuclear, el camino de los fotones o las características del campo magnético solar. 

Acción-reacción. Los visitantes podrán acercarse a la tercera ley de Newton, también conocida como principio de acción y reacción, según la cual a toda fuerza (acción) se le opone otra fuerza igual (reacción). Lo harán a través de un cohete: cuando se expulsa una cierta masa por uno de sus extremos, se produce un impulso en sentido opuesto que depende de la masa eyectada y de su velocidad. 

Zoótropo. La sala incorporará un nuevo zoótropo de Pixar con los personajes de Toy Story. En este aparato óptico, una luz estroboscópica se dispara sobre cada figura y congela el movimiento, lo que permite que el ojo humano perciba cada fase del movimiento del personaje como una sola imagen. Cuando nuestros ojos ven todas esas imágenes congeladas en una sucesión rápida, el efecto de «movimiento aparente» las une y crea la ilusión de que cobran vida.